A unos 70 kilómetros de Ilhéus (Brasil) y a menos de dos horas de vuelo desde São Paulo, Itacaré es un rincón que combina el encanto tropical de Bahía con la calidez de un pueblo pesquero. Su entorno es tan exuberante que parece sacado de una postal: selva atlántica, playas vírgenes y un clima cálido todo el año.
Entre la selva y el mar
Itacaré está rodeado por la Mata Atlántica, uno de los ecosistemas más ricos del planeta, lo que le da un aire de aventura a cada paso.
Desde el centro del pueblo parten senderos que se internan en la selva y conducen a playas escondidas como Prainha, Jeribucaçu o Engenhoca, consideradas entre las más lindas de Brasil.
El exuberante pueblito de Brasil con vegetación tropical un lugar paradisíaco de senderos, mar y selva (1)
Los caminos se pueden recorrer a pie o en bicicleta, y a lo largo del trayecto es común encontrarse con cascadas naturales, monos, tucanes y árboles centenarios.
La zona es un verdadero paraíso para quienes disfrutan del ecoturismo y el surf, con olas perfectas y aguas templadas durante todo el año.
Un pueblo de Brasil con alma bahiana
El centro de Itacaré conserva su esencia auténtica. Las calles empedradas, las casas coloridas y la música que suena desde cada bar transmiten el espíritu relajado de Bahía.
El exuberante pueblito de Brasil con vegetación tropical un lugar paradisíaco de senderos, mar y selva (2)
Al caer la tarde, la Rua Pituba se llena de vida con artesanos, músicos y restaurantes que sirven moquecas, acarajés y jugos de frutas tropicales.
Además, la infraestructura turística creció sin perder su equilibrio ambiental: hay posadas ecológicas, hoteles boutique y cabañas en medio de la vegetación, ideales para quienes buscan desconectarse sin renunciar al confort.
A diferencia de otros destinos más masivos, Itacaré sigue siendo un secreto bien guardado, donde la selva se funde con el mar y la hospitalidad bahiana convierte cada día en una experiencia inolvidable.
El exuberante pueblito de Brasil con vegetación tropical un lugar paradisíaco de senderos, mar y selva (3)
Un destino tropical, vibrante y todavía auténtico, perfecto para quienes quieren redescubrir Brasil desde su costado más natural.