En la mayoría de los casos, el cáncer de riñón no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales y suele ser detectado de manera incidental, durante estudios por imágenes realizados por otros motivos. Este hallazgo fortuito ha resultado clave para identificar la enfermedad en fases tempranas, cuando las posibilidades de tratamiento curativo superan el 90%.
Así lo detalló el doctor Hernando Rios Pita, Médico del Servicio de Urología del Hospital Alemán de Buenos Aires.
Aunque representa solo entre el 2% y el 3% de los tumores malignos en adultos, el cáncer renal merece atención. El tipo más frecuente es el carcinoma de células renales (CCR), responsable de aproximadamente el 70% de los diagnósticos.
En cuanto a su incidencia, existe una clara diferencia entre sexos: afecta al doble de varones que mujeres y suele diagnosticarse entre los 60 y 70 años.
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Cáncer de riñón: representa entre el 2% y el 3% de los tumores malignos en adultos
El profesional explicó que la enfermedad es más común en países desarrollados, una tendencia que se asocia tanto a estilos de vida como a una mayor disponibilidad de métodos diagnósticos.
Existen, además, algunas afecciones hereditarias poco frecuentes que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Entre ellas se encuentran el síndrome de Von Hippel-Lindau, el carcinoma renal papilar hereditario y la esclerosis tuberosa.
Detectar a tiempo el cáncer de riñón -conociendo sus factores de riesgo y síntomas potenciales-puede marcar una diferencia crucial en el pronóstico.
Factores de riesgo para los riñones
Es importante conocerlos pero, sobre todo, saber que algunos se pueden modificar.
- Evitar el tabaquismo, uno de los principales factores asociados
- Mantener un peso saludable, ya que la obesidad eleva el riesgo
- Controlar la presión arterial
- Reducir la exposición a sustancias tóxicas, como solventes industriales o cadmio
- Adoptar un estilo de vida saludable, con dieta equilibrada y actividad física regular
Síntomas del cáncer de riñón
Una de las particularidades del cáncer renal es que en muchas ocasiones se detecta de manera incidental, durante estudios por imágenes (ecografías, tomografías o resonancias) realizados por otras razones. Esto ha permitido que en la mayoría de los casos se lo diagnostique en etapas iniciales.
Cuando el tumor sí genera síntomas, estos pueden incluir:
- Sangre en la orina (hematuria)
- Dolor persistente en la zona lumbar
- Presencia de una masa o bulto abdominal
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Fiebre prolongada
Cómo se diagnostica y tratamientos
Para confirmar el diagnóstico, los estudios más utilizados son: Ecografía renal, Tomografía computarizada (TAC) y Resonancia magnética (RM).
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El dolor persistente en la zona lumbar es uno de los síntomas de cáncer de riñón
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Hay opciones de tratamiento personalizadas según el caso. Es que el tratamiento del cáncer de riñón depende del tamaño y localización del tumor, así como del estado general del paciente. Las alternativas incluyen:
La cirugía, es la principal opción curativa:
- Nefrectomía parcial: Extirpación del tumor conservando el riñón. Es el procedimiento más frecuente y puede realizarse por vía mínimamente invasiva (laparoscopía o robótica), lo que permite una recuperación más rápida
- Nefrectomía radical: Se extirpa todo el riñón cuando no es posible conservarlo por el tamaño o ubicación del tumor
También hay terapias sistémicas:
- Inmunoterapia: Inhibidores como nivolumab o pembrolizumab que activan el sistema inmunológico
- Terapias dirigidas: Fármacos como sunitinib o pazopanib que bloquean el crecimiento tumoral
- Radioterapia: no suele ser el tratamiento principal, pero puede emplearse para aliviar síntomas, como en casos de metástasis óseas
- Vigilancia activa: en tumores pequeños (menores a 2 cm), puede optarse por un seguimiento sin intervención inmediata, monitoreando su evolución
- Seguimiento postratamiento: es fundamental realizar controles periódicos (semestrales y luego anuales) mediante imágenes, para detectar posibles recaídas o progresión de la enfermedad