Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), más de 700.000 personas mueren cada año por suicidio en el mundo. La cifra lo ubica entre las principales problemáticas de salud pública a nivel global.
Especialistas enumeran algunos signos que pueden indicar afectación de la salud mental de las personas. Mitos sobre el tema que hay que derribar.
Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), más de 700.000 personas mueren cada año por suicidio en el mundo. La cifra lo ubica entre las principales problemáticas de salud pública a nivel global.
Para visibilizar esta realidad y promover estrategias de prevención, cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) junto a la OMS.
“Cada vez más personas comienzan a comprender que la salud emocional merece la misma atención que la salud física. Así como los chequeos médicos periódicos permiten prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o los problemas cardíacos, es esencial implementar también herramientas que ayuden a identificar síntomas de depresión, ansiedad o estrés crónico. Prestar atención al bienestar psicológico no solo es un acto de autocuidado, sino también una forma de fortalecer la salud integral”, señaló la Licenciada Daniela Torres, psicóloga del CMC Salta de Boreal Salud (MP 1404), en un informe difundido por la entidad.
Si bien el suicidio suele asociarse a un acto individual e íntimo, especialistas advierten que debe entenderse en toda su complejidad, como un problema sanitario y social. En ese marco, profesionales de la entidad compartieron tres señales de alarma que pueden ayudar a detectar un posible riesgo:
“Reconocer estas y otras señales a tiempo es fundamental para salvar vidas, ya que permiten brindar apoyo inmediato a quienes atraviesan un momento crítico. Muchas veces, las personas que sufren en silencio no piden ayuda de manera directa, por lo que estar atentos a estos signos se convierte en una herramienta clave para la prevención. Identificarlos y actuar con empatía, ofreciendo escucha y acompañamiento, puede marcar la diferencia entre la desesperanza y la posibilidad de iniciar un proceso de recuperación”, destacaron desde Boreal Salud.
Los especialistas subrayan que las conductas suicidas abarcan un amplio espectro, desde la ideación y la elaboración de un plan hasta la consumación del acto. Si bien no siguen una secuencia rígida, todas estas manifestaciones implican un nivel de riesgo.
En ese sentido, buscan derribar mitos que aún persisten, como:
“Quienes hablan de suicidio no tienen intención de cometerlo”.
“Hablar de suicidio es una mala idea y puede estimularlo”.
Por el contrario, explican que conversar sobre el tema y ofrecer acompañamiento es clave para la prevención y contención.
En el marco de esta conmemoración, los especialistas insisten en que la salud mental es el corazón invisible del bienestar. Prevenir implica educar, acompañar y normalizar los cuidados emocionales como parte de la rutina médica.
“La creación de una cultura que valore la salud mental con la misma importancia que la salud física no solo ayuda a reducir el riesgo de suicidio, sino que construye comunidades más resilientes, empáticas y saludables”, concluyeron.