Los mendocinos están yendo mucho al psicólogo y al psiquiatra. La provincia y el país podrían ser escenario natural para una nueva versión de la película “Analizame”.
Cambian los contextos pero los mendocinos mantienen llenos los consultorios de psicólogos y psiquiatras. Los cuadros, los cambios y las motivaciones de los argentinos.
Imagen ilustrativa / Grok
Foto:
Los mendocinos están yendo mucho al psicólogo y al psiquiatra. La provincia y el país podrían ser escenario natural para una nueva versión de la película “Analizame”.
La demanda de atención en Salud Mental se mantiene elevada los últimos años. Había tenido picos durante y después de la pandemia de Covid, esperable ante una situación de crisis epidemiológica de tal magnitud. Fue un fenómeno mundial, sin embargo, pasada la etapa más crítica, las consultas no descendieron en la provincia ni en el país. En 2023 y 2024 los consultorios se mantuvieron a pleno, entre las principales causas, los profesionales consideraban que el impacto de la crisis socioeconómica que afectaba al país tenía mucho que ver con esto y con una alta aparición de cuadros de ansiedad y depresión.
Pero aún hoy aseguran que la demanda sigue siendo elevada, a tal punto que al sistema le cuesta muchas veces dar respuesta. Según afirman, hay una sobredemanda en relación a la cantidad de profesionales y espacios de atención disponibles mientras que el sistema de salud público de Mendoza ha apuntado a ampliar la estrategia para dotar de guardias específicas de Salud Mental a efectores generales de la red pública.
"Lo que está claro es que la demanda sigue sostenida, muy alta, y que no solamente no ha disminuido, sino que hay un aumento", aseguró Manuel Vilapriño, director de Salud Mental de la provincia, tras explicar que no hay datos estadísticos, pero se trabaja en un registro.
"Lo que hizo la pandemia es visibilizarlo. Quienes trabajamos en el campo de la salud mental y en todo lo que tiene que ver con la parte pública, sabíamos que esto se estaba incrementando cada vez más. La pandemia terminó de desencadenarlo y lo hizo muy visible. Triplicó y cuadruplicó la problemática", agregó.
Vilapriño dijo que la gente llega no solamente a los hospitales especializados, sino a todos los hospitales. "Entonces, esto es una demanda tan alta que hay que entender cuál es el mensaje", analizó.
La licenciada en Psicología, Jorgelina Champaño, también observó el incremento y destacó que los servicios de salud se encuentran en crisis en cuanto a atención de salud. Esto dado que se han perdido puestos que no se han reintegrado, lo que redunda en dificultades de accesibilidad, ya sea porque cuesta conseguir turnos o por falta de especialistas en determinadas zonas.
"Entendiendo la salud mental como un proceso integral, condicionado por muchos factores. Justamente el contexto social, económico, cultural, político del país y de cada provincia y localidad también hacen a la salud mental, al bienestar o al malestar de la salud mental", explicó.
"Si bien después de la pandemia hubo un aumento muy marcado de padecimientos psíquicos, después también con la crisis económica, pero como la crisis económica va en aumento, por distintas políticas públicas en general que afectan a toda la población, las demandas, los padecimientos psíquicos han aumentado", detalló Champaño.
Y, en el mismo plano, manifestó su preocupación porque hay un desmantelamiento de diferentes áreas vinculadas a la atención de la salud y mencionó que el hecho de que el país se haya retirado de la Organización Mundial de la Salud no es inocuo. Señaló que la vinculación con la entidad está asociada a la generación de políticas públicas.
Un relevamiento realizado en 2024 por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires le puso algunos números a la situación. Dio cuenta de que 8,7% de la población general está en riesgo de desarrollar un trastorno mental y que este riesgo es más alto en los menores de edad.
Además, 60% de los participantes presentó alguna alteración del sueño y 51% consideró que estaba atravesando alguna crisis, sobre todo familiar o económica.
Cuadros frecuentes
El psicólogo Walter Motilla indicó que la pandemia de Covid dejó una huella imborrable en la salud mental de la población mundial. "Sin embargo, más de cuatro años después del inicio de la crisis sanitaria, muchas de sus consecuencias emocionales y sociales aún persisten, mientras que la manera en que las personas conciben su vida y sus prioridades también ha cambiado significativamente", señaló.
En ese sentido, mencionó que actualmente llegan muchos casos de ansiedad y estrés crónico, en relación a la sensación de incertidumbre, cambios y en muchas personas con un elevado estado de alerta.
Motilla detalló que también se ven muchos trastornos del sueño, problemas de socialización y síndrome de burnout (trabajador "quemado").
Por su lado, Vilapriño mencionó que hay mucha depresión y trastornos de ansiedad. "Entre el 30 y el 40% de la población argentina padece un trastorno de ansiedad y, más o menos, entre el 8 y el 14% de la población padece trastornos depresivos. Estamos hablando de cuadros que, en general, requieren tratamiento farmacológico y donde hay procesos metabólicos inflamatorios", especificó. En ese sentido, dijo que se observa que cada vez son más los cuadros que requieren medicación e interdisciplina.
El director de Salud Mental de Mendoza también señaló que la expresión de los cuadros ha cambiado en relación a lo que se veía hace 20 o 25 años, lo cual asocia a cambios sociales, culturales y transformación epigenética, de los genes.
Agregó que también hay un aumento de los trastornos adictivos, los trastornos de conducta alimentaria y, en definitiva, de adicción en general, incluido el juego online, lo cual advirtió que ha aumentado significativamente.
Por último, Champaño aclaró que la ansiedad es un síntoma, una manifestación de otras situaciones y por eso se ve tanto. Además, mencionó que hay consultas sobre niños que tienen diversas problemáticas en el ámbito de la escuela, sobre todo situaciones de violencia, tanto con los pares como con la institución.
Más allá de las condiciones particulares, lo cierto es que los argentinos son bastante apegados a los psicólogos. Mucho se ha dicho de que se trata de uno de los países con más cantidad de psicólogos per cápita.
Una publicación de diario Clarín mencionó el reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se expresa que el país es líder mundial en ese plano y cuenta con más de 222 psicólogos por cada 100.000 habitantes. Sostiene que el número es superior a los menos de 30 de Estados Unidos, 49 de Francia y 12 de Brasil. Y ahí está el asunto entonces: cuáles pueden ser las causas de tal cosa.
Una de ellas, en el plano de las conjeturas, puede ser que, como con tanto humor se dice, los argentinos estamos "acostumbrados a vivir en el Titanic". Siempre pasa algo y siempre hay una crisis a la cual sobrevivir, y lo hacemos. Aunque no se puede saber con certeza si primero es el huevo o la gallina, habría que ver si podemos hacerlo porque cuidamos más nuestra salud mental que otras personas o si llegamos más a los consultorios por todos estos desafíos.
Pero, por otra parte, también hay que decir que con el transcurso de los años se han roto muchos estereotipos y prejuicios en relación a la atención de salud mental, que antes eran un limitante para el acceso.
Manuel Vilapriño, director de Salud Mental de la provincia, dijo que siempre se ha planteado cómo puede ser que, pese a los contextos que tantas veces tiene Argentina, la tasa de suicidio no sea alta, ya que a nivel mundial está de mitad de la tabla estadística para abajo y muy por debajo de países desarrollados.
"¿Cómo puede ser que en Argentina, que vivimos estresados, esto no sea peor? Creo que hay varios factores. Por un lado, tiene que ver la idiosincrasia, la resiliencia. Esto es absolutamente subjetivo, no lo he medido, pero estoy convencido de que la epigenética favorece a Argentina en relación a la resiliencia", observó Vilapriño.
"Y creo que también tiene que ver lo cultural. El argentino en general es una persona que necesita contacto, necesita hablar, la cercanía. El abordaje en general psicoterapéutico, y hasta médico-psiquiátrico, en Argentina es muy distinto", sumó.
Asimismo se ha tomado más conciencia de la trascendencia de esta dimensión como parte de la salud integral. Por eso quizás ha sido más fácil acceder a la búsqueda de este tipo de ayuda para ganar en calidad de vida, mientras que también es probable que médicos de diferentes especialidades hayan tomado conciencia de esta situación y se inclinen a más derivaciones interdisciplinarias que involucren la salud mental.
