3 de septiembre de 2025 - 11:55

"El individualismo y la meritocracia ponen a los adolescentes en riesgo de suicidio"

Así lo afirma Daniel Korinfeld, especialista en suicidio y autolesiones en infancias y adolescentes, asesora instituciones educativas para prevenir y contener situaciones de riesgo. En diálogo con Los Andes habla de la importancia de los lazos sociales y las políticas de Estado. Este jueves dará una charla en la UNCuyo.

Korinfeld es licenciado en Psicología y magíster en Salud Mental Comunitaria, profesor de la maestría y el doctorado en Salud Mental Comunitaria (Universidad Nacional de Lanús) y consultor de UNICEF Argentina en problemáticas de autolesiones y suicidio en adolescentes.

Antes de su presentación en la UNCuyo, dialogó con diario Los Andes.

—¿Cómo fue el recorrido personal que hizo que te especialicés en adolescentes, suicidio y autolesiones?

—Desde el inicio de mi práctica profesional trabajé como psicólogo en instituciones de educación media y como psicoanalista atendiendo adolescentes. Los problemas y demandas de la práctica me llevaron a profundizar sobre la problemática del suicidio y las autolesiones en los últimos años.

Comenzó con algunas intervenciones que hicimos junto al doctor Rubén Efron en escuelas secundarias del conurbano bonaerense, desde el Seminario Sobre Infancias y Adolescencias que coordina dentro de la maestría de Salud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús.

De esas experiencias elaboramos para el Ministerio de Educación, en 2015, una primera guía, resultado de encuentros y conversaciones con educadores y colegas de distintos lugares del país.

—El año pasado en una charla similar dijiste que "este es un tiempo de la desesperanza y la desconfianza". ¿Qué significa eso? ¿Qué impacto tiene en la salud mental de los jóvenes?

—Las problemáticas de salud mental siempre están en relación con rasgos y dificultades de cada época. Son relaciones, no determinaciones. Creo que es evidente que en los últimos años los padecimientos psíquicos en la población en general y en particular en adolescentes y jóvenes se han incrementado y se están visibilizando mucho más.

Si vemos las estadísticas de pobreza, por ejemplo, los padecimientos psíquicos impactan muy fuerte a este segmento de la población. Genera condiciones de existencia en las que la esperanza de un futuro mejor se ve debilitada y afecta a quienes están en el tiempo de encontrar un lugar en el mundo adulto. Si vemos las estadísticas de pobreza, por ejemplo, los padecimientos psíquicos impactan muy fuerte a este segmento de la población. Genera condiciones de existencia en las que la esperanza de un futuro mejor se ve debilitada y afecta a quienes están en el tiempo de encontrar un lugar en el mundo adulto.

Las promesas incumplidas en distintos órdenes, las decepciones, saber si algo es verdad, mentira o engaño es una tarea cotidiana en la actualidad, la desconfianza parece ser una contraseña de esta época y eso no puede no influir en nuestra salud mental, afecta al sentido de la existencia.

—¿Y las redes sociales?

—Como toda transformación, la revolución tecnológica actual trae grandes ventajas y, en este caso, serios riesgos. Es algo que se está investigando y todos tenemos que, de una u otra manera, involucrarnos en ello.

Un dato público que podemos compartir creo que alcanza para darnos cuenta de la gravedad del asunto y es la ola de denuncias y demandas que más de cuarenta estados norteamericanos interpusieron contra uno de los llamados gigantes tecnológicos, argumentando que explotaron tecnologías sin precedentes para atraer y, en última instancia, atrapar a jóvenes y adolescentes con el fin de obtener ganancias.

Se los acusa de ser responsables en la creación de la "crisis de salud mental juvenil" al diseñar intencionalmente sus plataformas para manipular y hacer adictos a niños y adolescentes a aplicaciones de redes sociales, utilizando mecanismos similares a los juegos de azar en el diseño de aplicaciones.

—¿Qué lleva a un adolescente o un joven a autolesiones o suicidio? ¿En qué edades se manifiesta esta problemática?

—No hay una sola causa. Interviene para cada persona un conjunto de dimensiones y situaciones por las cuales, en un momento determinado, se encuentra en lo que percibe como un callejón sin salida, en el caso de que haya pensado o intentado quitarse la vida. Son estados depresivos vinculados muchas veces con situaciones traumáticas como violencias sexuales, estados de aislamiento, situaciones de acoso entre pares.

Las autolesiones, la mayoría de las veces, no tienen intención suicida y son modos de procesar un sufrimiento, un dolor psíquico a través de un corte o lastimadura en la piel. No hay una situación exactamente igual a la otra, y ese es el gran desafío para los adultos que están en contacto con adolescentes y jóvenes. Las edades de manifestación son cada vez más tempranas.

— ¿Cómo está la problemática en el país?

—En Argentina el suicidio es la segunda causa de muerte entre adolescentes. Según la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), en 2023 se registraron un total de 386 defunciones de adolescentes por suicidio. 324 correspondieron al grupo de 15 a 19 años, con mayor proporción de varones.

—¿Creés que hay ciertos discursos que pueden afectar a los jóvenes en situación de riesgo?

—El discurso del individualismo extremo, de la meritocracia tramposa, de la crueldad hacia el otro, el débil, el diferente. La minoría indudablemente niega nuestra interdependencia, fundamental desde el nacimiento, nuestra condición social. Esa necesidad de tramas sociales, comunitarias y familiares, son las que pueden acompañar a alguien que, durante cierto tiempo, requiere contención y sostén.

—¿Cómo detectar e intervenir una situación de riesgo?

—Expresiones de pesimismo extremo, de situaciones que se sienten como irresolubles, de sentirse totalmente incomprendidos, aislamiento y cambios de humor intensos, son aspectos que requieren acercamiento y encuentro. Perder el miedo a conversar sobre estos problemas, saber que se puede hablar, preguntar, buscar ayuda para acompañar y acompañarnos.

—En ocasiones hablás de la necesidad de un abordaje institucional, ¿a qué tipo de instituciones te referís?

—Es en las instituciones educativas y en otras instituciones de la comunidad donde se manifiestan, más o menos evidentes, muchas de estas situaciones. Es allí donde hay un potencial de acompañamiento y derivación corresponsable con el sector de Salud Mental.

—Asesoraste a UNICEF, ¿cómo fue ese aporte? ¿Qué iniciativas regionales en materia de prevención del suicidio destacarías?

—Hace ya varios años junto a otros colegas trabajamos dando capacitaciones para educadores, agentes de salud y salud mental en varias provincias del país. Todas iniciativas que involucran a adolescentes y jóvenes que, junto a los adultos, impulsan actividades de reflexión, recreativas, artísticas, culturales en general y ocupan y movilizan el espacio público.

—¿Creés que debería trabajarse en más políticas públicas para abordar estas situaciones? ¿Qué hace falta desde el Estado?

—En la actualidad hay serios problemas de desfinanciación en salud y salud mental. Mejorar las condiciones de trabajo de los agentes de salud, de educación, de trabajo social, entre otros, son fundamentales en este punto. Del mismo modo, es necesario cumplir y profundizar, en términos de articulaciones, capacitación y sensibilización, lo que la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, la ley 27.130, del 2015 y reglamentada recién en 2021, obliga.

* Teléfono de Orientación, Contención y Asistencia en Salud Mental de la Provincia de Mendoza: 0800-800-268-43 opción 3. Todos los días de 8 a 20. Es gratis.

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