Cecilia Flores tiene 34 años, es de Mendoza y vive días en los que se le mezclan sensaciones dispares, entre ansiedad, esperanza y nervioso. En 90 días podría empezar un camino que la llevaría a concretar su mayor anhelo: ver por primera vez.
Cecilia Flores tiene 34 años y lanzó una campaña para reunir el dinero que necesita para viajar a China a probar un tratamiento con células madres.
Cecilia Flores tiene 34 años, es de Mendoza y vive días en los que se le mezclan sensaciones dispares, entre ansiedad, esperanza y nervioso. En 90 días podría empezar un camino que la llevaría a concretar su mayor anhelo: ver por primera vez.
Pero para llegar a esto hay dos grandes obstáculos que la separan: primero los 19 kilómetros entre Mendoza y China, donde debería viajar para realizar un tratamiento con células madres y segundo, y el más condicionante, 50 mil dólares.
Cecilia, quien además de masajista profesional, nadadora e "informática en formación", como ella se define, es una influencer que ha logrado llevar a las redes su visa con discapacidad visual en una búsqueda de mostrar su mundo para lograr mayor empatía, inició una campaña para reunir los fondos necesarios que le permitan acceder a un innovador tratamiento de células madre en China. El procedimiento podría brindarle un cambio visual preliminar y abrir una esperanza que nunca antes había tenido.
La influencer mendocina nació con Retinopatía del Prematuro (ROP), una condición ocular que provoca el crecimiento anormal de vasos sanguíneos en la retina y que, en su caso, generó un daño severo que impide la visión. Tras enviar su historia clínica y estudios médicos al Wu Medical Center (WMC), ubicado en Beijing, recibió la confirmación de que es candidata para la terapia de regeneración celular que allí se realiza.
El centro, dirigido por el neurólogo Li-Ke Wu, lleva más de 15 años tratando pacientes de todo el mundo con esta técnica, que incluye aplicaciones de células madre neurales y mesenquimales combinadas con la terapia CAST, explica ella en su cruzada en redes sociales. Según le explicaron, el proceso podría permitirle a Cecilia experimentar primero la percepción de luz y, con el tiempo, ir ganando niveles de visión que hasta ahora no ha podido desarrollar.
"Pude hablar con otras personas de Argentina que tienen ROP y han logrado muy buenos resultados", contó a Los Andes ilusionada. Ceci confiesa que este tratamiento, que no se enmarca en la medicina tradicional y no se utiliza en estas latitudes, es su única esperanza para, al menos, lograr una mínima visión.
Para concretar el viaje y el tratamiento, Cecilia necesita reunir USD 50.000 en un plazo de 90 días, ya que el turno que le asignaron es en tres meses. El monto cubre las dos semanas de atención médica en China, incluyendo seis aplicaciones de células madre, terapia especializada, medicamentos, rehabilitación diaria, enfermería y traslados locales, además del alojamiento para ella y los dos acompañantes que la clínica solicita que la acompañen durante todo el proceso.
"Me dieron ese turno y no sé si podré conseguir otro, hay mucha demanda", aseguró. "Es mucho plata y tengo muy poco tiempo, por suerte se me han acercado muchas personas para ofrecerme cosas para sortear, hasta una banda de música se ofreció a ayudarme en algún evento, asique seguramente pronto haremos algo", adelanto Ceci.
Esta mendocina ha ganado gran relevancia en sus redes, suma en Instagram 17 mil seguidores e incontables videos virales, porque logró unir dos mundos que conviven en una constante tensión: una sociedad que muchas veces no contempla a personas con discapacidad.
"Qué significan las distintas posiciones del batós que usan las personas ciegas", "consejos para acompañantes de niños ciegos", son algunos de los útiles contenidos que comparte en su cuenta que no para de crecer gracias a el carisma de Cecilia y de acompañamiento incondicional de su papa, que está detrás, a veces literalmente porque es el camarógrafo de los videos de su hija, de cada proyecto su Cecilia.