Te proponemos una hoja de ruta para enamorarse de este rincón de Brasil en temporada baja (de abril a octubre). A no preocuparse por las temperaturas: en junio o julio, en el peor de los casos, la máxima no baja de los 22°C en las tardes.
Vuelo directo Mendoza-Río por JetSMART desde USD 245
JetSMART lanzó el 9 de mayo el vuelo directo de Mendoza a Río de Janeiro, que demora casi cuatro horas y permite disfrutar de la belleza del estado carioca. La aerolínea low cost presentó una ruta inédita para la provincia, con salidas los viernes y domingos por la mañana. El pasaje aéreo arranca en los 245 dólares ida y vuelta.
Para llegar de Río a Búzios, sólo basta con contratar un transfer que estima una tres horas de recorrido desde el aeropuerto de Galeão. Una opción es RG Transfer, para la que se puede solicitar una reserva vía app Pix o transferencia bancaria por el 20% del importe hasta 24 horas antes del servicio. El contacto es vía WhatsApp y los valores arrancan en 650 reales por tramo (unos $149.000) hasta cuatro personas.
JetSMART lanzó la ruta directa de Mendoza a Río de Janeiro
JetSMART lanzó la ruta directa de Mendoza a Río de Janeiro
Gentileza
Dónde alojarse en Búzios
Ya instalados en el balneario tan deseado, hay unas mil opciones registradas entre posadas y hoteles boutique para alojarse, dependiendo del bolsillo y las exigencias personales.
En el caso de la posada Bucaneiro (4,7 en Tripadvisor), su ubicación está a unos 5 minutos a pie por calles adoquinadas para llegar a la rojiza praia do Forno y a otros 10' de la inmensa Brava, dos paradas obligatorias El entorno es seguro y rodeado por otros restaurantes y posadas, ideal para paseos familiares, andar en bicicleta o correr hasta los distintos miradores y playas.
La estadía por noche ronda los 532 reales ($120.000) en una habitación doble, con opción de balcón y vista a la naturaleza. Además de un completísimo desayuno, el lugar suma servicio de piscina, spa y bar nocturno.
Posada Bucaneiro, elegida en Buzios para alojarse
Posada Bucaneiro, elegida en Buzios para alojarse
Los Andes
Rua das Pedras, el paseo de bienvenida
Caminar por la clásica Rua das Pedras es la mejor forma de aterrizar en Búzios sin apuro.
Su trazado irregular, las tiendas artesanales, los mercaditos y los bares que se mezclan con galerías de arte a cada paso hacen que este corredor central conserve esa identidad vibrante que alguna vez enamoró a la estrella francesa Brigitte Bardot.
Su estatua, dedicada a su paso mítico en 1964 por este pueblo de Río, es un punto obligatorio para la foto en la costanera que lleva su nombre y está repleta de restaurantes y boliches.
A toda hora tiene vida, pero cuando cae el sol y las luces se encienden, el empedrado se convierte en pasarela hasta la 1 de la madrugada, mientras alguna que otra cumbia argentina sale desde los parlantes.
Cena con acento napolitano en Primitivo: los ñoquis son la especialidad
Sobre la Rua das Pedras espera "Primitivo", un restaurante italiano que no busca ostentar, pero seduce con lo esencial: pastas frescas y pizzas napolitanas.
Los ñoquis acaparan gran parte del menú. Más allá de papa o espinaca, hay distintas variedades (¡hasta de banana!) con salsas rojas y blancas que pueden mezclar camarones, queso azul, hongos, calabaza, jamón crudo, lomo y mucho parmesano. Desde 99 reales por persona ($22.700).
La carta de vinos, conformada en su mayoría por varietales tintos de Chile y Portugal, es amplia y accesible en precios.
City tour en trolley: miradores y playas con alma
Es una propuesta más que recomendada para aquellos que arriban por primera vez a Búzios y necesitan ubicarse antes de visitar una playa diferente en cada día de su estadía.
Con vistas panorámicas y sin cansancio, el city tour en trolley es la opción perfecta. Se puede contratar en Tour Shop, sobre la Orla Bardot.
En poco más de dos horas, el vehículo descapotado recorre las principales playas como la Ossos, João Fernandes, Forno, Tartaruga, Brava y Ferradura.
Si bien está fuera del paseo, no hay que olvidarse de dedicar un día a la playa Geribá, con sus atardeceres inolvidables, gastronomía y fiesta nocturna.
Vista en Buzios
Los Andes
Catamarán y snorkel en las aguas de Búzios
Después del tour terrestre, toca lanzarse al mar. Desde el puerto del centro, parten catamaranes (Tour Shop es una de las empresas autorizadas) hacia las islas cercanas, con paradas para nadar y practicar snorkel entre peces de colores. La experiencia sale 70 reales por persona y otros 40 reales opcionales con guía de guardavidas para explorar. El agua es tibia y cristalina.
A bordo, frutas tropicales, caipirinhas, snacks, camarones y un DJ que sabe cuándo subir el ritmo. En alta mar, la risa es un idioma compartido.
Paseo en catamarán por las aguas celestes de Buzios
Paseo en catamarán por las aguas celestes de Buzios
Los Andes
Almuerzo en Bananaland: lo simple bien hecho
De regreso a tierra firme, el hambre se resuelve en Bananaland, un tradicional restaurante emplazado en la Rua das Pedras que conquista por el sabor y el tamaño de sus platos.
Las moquecas (200 reales / $46.000 para dos personas), los pescados grillados y los jugos naturales recién exprimidos explican por qué siempre está requerido al mediodía.
Hay menú vegetariano y platos brasileños con toques caseros. Nada más rico que una moqueca de camarão con arroz, farofa y una cerveza helada.
Porto da Barra: el ritual del atardecer en Búzios
Cuando la tarde empieza a dorarse, alrededor de las 16.30 o 17, hay que llegar a Porto da Barra, a unos 15 minutos del centro de Búzios.
El polo gastronómico junto al mar reúne tiendas, pastelerías, restaurantes, bares y muelle para una cita romántica o con amigos. El bar Anexo Praia es el elegido para ver caer el sol con un Caipivodka (29 reales, unos $6.000) en la mano y un plato de risotto al mango (75 reales o $17.000).
Las mesas sobre la arena, el cielo que muta de naranja a lila y el sonido del mar completan un momento de relajación y música amable.
Atardecer en Porto da Barra (Buzios)
Atardecer en Porto da Barra (Buzios)
Los Andes
Cena "tranki panki" en Casablanca
A pocos metros, dentro del mismo complejo de Porto da Barra, Casablanca, restaurante inspirado en la película de Michael Curtiz, exhibe un menú que combina cocina contemporánea y sabores locales.
La decoración blanca, los candelabros de mimbre y la vista directa al muelle le dan una atmósfera de película. La picanha para dos, el salmón grillado, la langosta Casablanca y el trago más pedido, el Tranki Panki (vodka, aperol, ananá, limón siciliano, miel de maracuyá, jengibre y canela), redondean una noche perfecta.