12 de noviembre de 2025 - 12:09

Ballenas y pingüinos rodeados de playas de arenas blancas: un viaje a Punta de Choros, la "Galápagos chilena"

A solo 116 kilómetros de La Serena se encuentra una reserva donde se avistar una vida marina fascinante en un entornó único. Además, el paseo se puede combinar con un recorrido gustativo de delicias marinas recién sacadas del mar

Enviado especial. La región de Coquimbo recibe alrededor de 1.500.000 millones de turistas entre diciembre a marzo. Sus playas extensas con aguas tranquilas y una calma que no resigna comodidad son el mayor atractivo.

Pero más allá de la variada oferta que encontramos en la futura región metropolitana, entre sus 16 cautivantes kilómetros de playa, que van desde el icónico faro de La Serena hasta el puerto de Coquimbo, hay otros lugares mágicos para descubrir y que pocos saben que están al alcance de sus posibilidades.

“Coquimbo es mucho más que La Serena, el lugar más conocido por los argentinos. A menos de 2 horas tenemos nuestra propia ‘Galápagos’, un lugar único donde se pueden ver cetáceos mayores y menores, pingüinos de Humboldt. Es una experiencia que no se puede vivir en muchos lugares del mundo”, remarcó Angélica Funes, directora regional del Servicio Nacional de Turismo (SerNaTur).

De guanacos y zorros a pingüinos, ballenas y delfines

¿Sabías que a solo 116 kilómetros de La Serena se encuentra una de las reservas de vida marina más fascinante del mundo?

Vale la pena resignar un día de shopping para conocer Punta de Choros, el acogedor pueblo costero desde donde se embarca para llegar hasta las joyas de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt: isla Choros (la casa del pingüino de Humboldt) e isla Damas (donde se pueden recorrer sus playas de arenas blancas y floreadas).

“Es un tour que dura alrededor de 2 horas y media a 3 horas, donde se pueden ver varios tipos de aves, ballenas, delfines”, resumió el guía Polo Sepúlveda guía de la reserva y de la agencia Turismo Punta de Choros.

Cómo llegar desde La Serena a Punta de Choros

Con 116 kilómetros de ruta en perfecto estado y de asfalto, con cualquier vehículo particular se puede recorrer sin problemas el tramo de la Ruta 5 y la D-110 que unen La Serena de Punta de Choros.

Más allá del mágico destino final de avistaje de vida marina, el camino es una actividad en sí misma. Guanacos y zorros son parte de la fauna que le da vida a esta zona y es muy común encontrase con estos ejemplares: una parada fotográfica obligatoria.

Además, pocos kilómetros antes de llegar a la costa aparece como de sorpresa el pueblo Choros, una pintoresca urbanización que invita a descubrir delicias propias, nacidas de una cultura olivícola que le da el ADN a una comunidad dispuesta a ser descubierta por turistas con ganas llevarse nuevas experiencias.

Cuanto sale la excursión para ver pingüinos y ballenas en Punta de Choros

Las embarcaciones parten a diario desde una caleta de pescadores artesanales, donde además es un polo gastronómico de pescados y mariscos recién sacados de las frías aguas. Dentro de estas delicias marinas, este es el lugar óptimo para degustar el Loco (un molusco muy apreciado en la gastronomía por su carne), el tesoro del pacífico más buscado.

Un dato importante a tener en cuanta es que no todos los días se puede desembarcar en Isla Damas para recorrer sus senderos y sus playas blancas con una flora muy particular.

En temporada alta, del 15 de diciembre al 15 de marzo, no se puede descender en isla Damas solo los lunes. Fuera de estas fechas, las caminatas están prohibidas los lunes, martes y miércoles. El tour a ambas islas dura alrededor de 3 horas.

Precios:

Lunes, martes, miércoles 17.000 pesos chilenos (cerca de 25 mil pesos argentinos) y jueves, viernes, sábados y domingos 23.000 chilenos (31.000 argentinos).

A esto hay que sumarle el ticket para bajar a Isla Damas que se compra en el puerto y sale 10.000 pesos chilenos (15.000 argentinos)

Si bien los pescadores utilizan sus barcazas para llevar turistas, es una buena opción hacer el recorrido con las agencias de turismo, ya que tienen guías certificados que van contando detalles de la flora y fauna.

Además, aquí se puede reservar el lugar, ya que los descensos a Damas son limitados por día. Una opción es turismo Punta de Choros (+56994519487). Esta ofrece navegación y bajada a isla Damas por 30.000 chilenos (40 mil pesos argentos).

Por qué Punta de Choros es la “Galápagos chilena”: ballenas y pingüinos todo el año

El 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt vive en la zona. Recientemente fueron declarados especie en extinción.

Los pingüinos no migran, viven en isla Choros y hasta allí llegan los botes de turistas para bordear sus costas y observar el comportamiento de esta ave cuando baja en busca de alimentos para sus crías, que los aguardan en los nidos.

Macho y hembra se turnan para salir a cazar en busca de alimento fresco. Un dato revelador que entregó el contante estudio científico en el lugar es que los pingüinos dejaron de ser monógamos. “La hembra es la que se aburre y sale en busca de otros machos”, contó Sepúlveda.

Además, se repite con mucha constancia la aparición de delfines que siguen a las embarcaciones. Hay 25 ejemplares de este mamífero marino que viven entre estas aguas de manera permanente.

Y lo más importante es que si bien la temporada alta de avistaje de ballenas es principalmente en verano, con algo de suerte de pueden observar ejemplares ballenas jorobadas y ballenas azules durante todo el año. “La corriente de Humboldt funciona como una especie de cañón submarino que genera que el krill, principal alimento de estos cetáceos, se mantenga en el fondo y esté disponible todo el año ”, resumió el guía de Punta de Choros.

Esto se suma a la protección que les otorgan las islas de las amenazas de altamar, las ballenas llegan a Punta de Choros con sus ballenatos y los dejan solos mientras ellas salen a comer. “Usan estas aguas como guardería”, ejemplificó Polo.

Todo esto, más el paisaje de mar, pueblo pesquero y reserva le da a Punta de Choros la categoría de imperdible de Chile.

Comer el mejor Loco de Chile, recién sacado del agua otra “excusa” para ir a Punta de Choros

El loco (Concholepas concholepas) es un molusco marino muy apreciado en la gastronomía del mundo. Punta de Choros es una de las zonas donde se sacan los mejores. Su carne es blanca, firme y sabrosa, con textura similar a la del pulpo o el abulón.

Tradicionalmente se consume en ceviche, a la parmesana o con mayonesa y papas cocidas, siendo uno de los mariscos más valorados del país.

Debido a la sobreexplotación pesquera, la captura del loco está estrictamente regulada en Chile: sólo pueden recolectarlo pescadores artesanales autorizados y dentro de áreas de manejo controladas, como Punta de Choros.

Dentro de este mini circuito gastronómico de la zona se destaca una verdadera joya de la cocina de mar el restaurant familiar Rusticostero. Jaquelina es la encargada de la cocina, pero su esposo y su yerno son los encargados de bucear las frías aguas del Pacífico para llegar con los locos que se sirven en el lugar.

Comer los frutos del mar recién sacados con el toque de cocina casera es una experiencia por la que vale la pena llegar al lugar.

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