El actual conflicto entre Reino Unido y Rusia recuerda a una película de espías demasiado exagerada. El ex agente doble ruso Serguei Skripal y su hija aparecen inconscientes en un parque de Inglaterra, envenenados con un agente nervioso producido en la antigua Unión Soviética. Londres acusa a Moscú y anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos. ¿Se avecina una nueva Guerra Fría?
Reino Unido es el país de la Unión Europea (UE) que peores relaciones tiene con Rusia.
“Los contactos a todos los niveles están muy debilitados”, explicaba hace días la politóloga Yelena Ananyeva, de la Academia Rusa de las Ciencias, antes de que el Gobierno británico anunciase la congelación de los contactos a alto nivel.
Las relaciones entre Rusia y los países occidentales ya eran extremadamente tensas antes del caso Skripal, debido a supuestos ciberataques y presuntas injerencias en procesos electorales. Reino Unido es uno de los países de la UE más críticos con la política de Rusia en Ucrania. Por otro lado, Londres sigue siendo un refugio financiero para los oligarcas rusos, propietarios de numerosos inmuebles en la capital británica. En algunos círculos moscovitas se refieren a la ciudad como Londongrado.
Por su parte, Reino Unido se encuentra en un momento delicado. La situación en el país es tensa ante su próxima salida de la UE, el denominado “Brexit”, y la relación con el bloque europeo es complicada debido al lento avance de las negociaciones al respecto.
Algunos medios especulaban con que podría haber ciberataques contra el Kremlin o páginas web que difunden noticias falsas. Y también se mencionó la imposición de medidas financieras contra los magnates cercanos al presidente Vladimir Putin que tienen propiedades en Londres.
Finalmente, May anunció el miércoles la expulsión de 23 diplomáticos rusos, la mayor medida de este tipo en más de 30 años. Además, se congelaron los contactos a alto nivel, lo que implica la cancelación de la invitación al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, para una visita al Reino Unido y que ningún funcionario británico de alto rango o miembro de la familia real asistirá al Mundial de fútbol que se disputará este año en Rusia.