Recomendaciones para prevenir el impacto de enfermedades respiratorias en niños

Con la cercanía de la temporada invernal y ante el aumento de circulación de los virus respiratorios, las carteras sanitarias llamaron a intensificar las medidas de prevención y aplicar la vacuna antigripal.

Ante el aumento de la circulación de los virus respiratorios y el consecuente incremento de las consultas por infecciones respiratorias que se producen con la llegada del frío, el ministerio de Salud de la Nación lleva adelante acciones para reforzar la contención del brote. En ese marco, la cartera sanitaria nacional destaca la importancia de las medidas de cuidado y prevención frente a este tipo de virus respiratorios que son causantes de neumonías y bronquiolitis, especialmente en niñas y niños menores de 4 años.

Desde la semana epidemiológica 10 –principios de marzo- comenzó a registrarse un incremento de las consultas por cuadros respiratorios. Esta tendencia se ha consolidado en la actual semana 20 con una mayor circulación del virus sincicial respiratorio y un aumento de las internaciones por bronquiolitis; cuando habitualmente este pico estacional se produce en la semana 24.

Ante este escenario, y en virtud de la similar situación que atravesó el hemisferio Norte durante su temporada invernal, el ministerio de Salud se ha preparado y ha desplegado distintas acciones para dar respuesta al aumento de este tipo de enfermedades. En ese contexto, la cartera sanitaria ha adquirido y distribuido insumos para diagnóstico, análisis de virus y tratamiento de las infecciones respiratorias de todas las jurisdicciones del país, tanto en medicamentos (Salbutamol con espaciador, Metil Prednisona, Budesonide) como nuevas tecnologías (cánulas de alto flujo) y equipamiento (saturómetros).

Además, se trabaja en forma conjunta con las jurisdicciones en la organización de los niveles de atención mediante la estrategia de internación abreviada para responder al aumento de la demanda de atención. También se actualizaron las recomendaciones de atención con el asesoramiento de expertos y sociedades científicas; se modificó el flujograma de decisiones para focalizar en las familias de riesgo y lograr un diagnóstico y tratamiento oportuno; y se fortalecieron las acciones comunitarias a través de agentes territoriales que, en cada jurisdicción, realizan una búsqueda activa y seguimiento, junto al equipo de salud, de las familias más vulnerables y de las situaciones de riesgo socio-sanitario.

La mayor incidencia de las infecciones respiratorias se explica también por el desplazamiento que han sufrido en los años anteriores a raíz del SARSCoV-2. En Argentina, como a nivel global, la circulación de influenza y de otros virus se interrumpió con la llegada de la pandemia por COVID-19, especialmente durante los años 2020 y 2021. Luego de este período, el virus de la gripe volvió a circular con un comportamiento inusual, por lo que resulta importante que las personas que presenten algún factor de riesgo se vacunen oportunamente, idealmente antes del comienzo del invierno.

En ese sentido, la cartera sanitaria nacional inició el 17 de marzo pasado la campaña de vacunación antigripal, con el fin de disminuir las complicaciones graves, hospitalizaciones y muertes relacionadas a esta enfermedad. La misma está dirigida a personal de salud, personas gestantes (en cualquier momento del embarazo), personas puérperas (antes del egreso de la maternidad), niñas y niños de 6 a 24 meses de edad, personas de 2 a 64 años con factores de riesgo, población general a partir de los 65 años.

La vacuna antigripal, disponible de forma gratuita en todos los vacunatorios y hospitales públicos del país, se puede coadministrar junto con las otras vacunas del Calendario Nacional y con la vacuna contra la COVID-19. Cuando se concurra, se sugiere llevar el carnet para que pueda ser chequeado y se completen los esquemas de todas las vacunas en caso de corresponder.

Las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) son enfermedades que afectan a los oídos, nariz y garganta hasta los pulmones. Son ocasionadas en su mayoría por virus, aunque también pueden ser bacterias o parásitos, que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar. También puede ser por contacto con superficies contaminadas como son manijas de las puertas, barandas del transporte público, mesas o escritorio, entre otros. Generalmente no requieren de antibióticos para su tratamiento y no suelen durar más de 15 días.

Desde la cartera sanitaria nacional se remarca la importancia de tomar medidas preventivas como la ventilación de los espacios cerrados y el lavado de manos; no concurrir a los lugares de trabajo o escuela si presentan síntomas y consultar al equipo de salud ante la aparición de los primeros síntomas, especialmente, en personas recién nacidas y niñeces de mayor riesgo.

Los síntomas más comunes son: dificultad para respirar, agitación, fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, conjuntivitis, dolor de garganta, de cabeza y muscular.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

  • Bajo peso al nacer o nacidos prematuros
  • Lactancia materna ineficaz
  • Hacinamiento
  • Exposición al humo
  • Desnutrición
  • Esquemas incompletos de vacunación.

Para prevenir enfermedades respiratorias es importante:

  • Lavarse las manos periódicamente, especialmente después de tocar manijas, dinero, objetos de oficina, juguetes de otros niños/as, etc.
  • Usar alcohol en gel cuando no haya agua y jabón para lavarse las manos.
  • Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo.
  • Limpiarse la nariz con pañuelos descartables.
  • Evitar el contacto con personas que tengan enfermedades infecto-contagiosas.
  • Evitar el humo de cigarrillos y braseros cerca de los niños y niñas.
  • Ventilar siempre los ambientes.
  • Mantener los esquemas de vacunación al día.

¿Cuáles son las señales para detectar si tu hija o hijo tiene una posible infección respiratoria y debés llevarlo rápido a un centro de salud?

  • Respiración rápida, con silbidos o ronquidos.
  • Se le hunde el pecho al respirar.
  • Tiene más de 38° de fiebre de manera persistente.
  • Tiene mocos.
  • Pérdida del apetito.
  • No puede beber o amamantarse.
  • Está decaído/a y se ve enfermo/a.

¿Qué hacer si tu hija o hijo tiene una infección respiratoria?

  • Acudir inmediatamente al Centro de Salud más cercano.
  • No automedicarlo. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
  • Mantener reposo en la casa mientras continúen los síntomas.