Monóxido de carbono: 8 tips para evitar intoxicaciones ante la llegada del frío

Al tratarse de un gas incoloro, inodoro y no irritante, su mala combustión puede provocar graves intoxicaciones antes de ser percibido, e incluso la muerte. En esta nota te contamos cómo prevenir peligros en el hogar.

Una gran dificultad para la detección de intoxicaciones por monóxido de carbono es que los síntomas leves pasan desapercibidos o se confunden con los típicos de enfermedades como la gripe y ahora el Covid-19. Foto: 123RF
Una gran dificultad para la detección de intoxicaciones por monóxido de carbono es que los síntomas leves pasan desapercibidos o se confunden con los típicos de enfermedades como la gripe y ahora el Covid-19. Foto: 123RF

Originado por la combustión incompleta de productos carbonados, el monóxido de carbono es el principal causante de intoxicaciones por gases tóxicos, sobre todo, en temporada invernal.

La mayoría de las intoxicaciones se producen por calefones, estufas y termotanques defectuosos, aunque también se dan casos por mala combustión de braseros e incluso por culpa de fogatas encendidas en barriles con el fin de calefaccionar un espacio interior.

El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro y no irritante, y posee la característica distintiva de tener 250 veces más afinidad por la hemoglobina que el oxígeno. Este gas es transportado por la hemoglobina de los glóbulos rojos, pero también se encuentra disuelto en el plasma.

El mecanismo principal por el cual provoca falta de aire es el desplazamiento directo del oxígeno. No obstante, el monóxido también tiene acción directa sobre la respiración celular, alterándola y llevando a la muerte directa de las células.

La sintomatología de intoxicación es variada. Puede provocar dolores de cabeza, vómitos, dolores musculares y fatiga, y también indicadores más severos como convulsiones, hemorragias, insuficiencia renal, infarto del corazón, insuficiencia respiratoria, paro respiratorio y muerte.

Una de las mayores dificultades para la detección y el diagnóstico es que los síntomas leves pasan desapercibidos o se confunden con los típicos de enfermedades infecciosas estacionales, como la gripe y ahora el Covid-19. 

También existe la intoxicación crónica. En estos casos, las concentraciones de monóxido no son tan altas, pero se dan de manera reiterada. El paciente experimenta dolor de cabeza crónico, somnolencia diurna y fatiga, trastorno en el habla y aprendizaje, paranoia y psicosis. Es importante hacer una búsqueda y detectar la probable causa.

¿Cómo prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono?

  • Conocer las fuentes probables de intoxicación y revisar los aparatos de la casa periódicamente. Asegurarse de que funcionen bien. 
  • Examinar, con un gasista matriculado, las estufas, calefones, termotanques, hornos y elementos que utilicen gas. 
  • Inspeccionar que el tiraje de la estufa sea el adecuado y que no esté obstruido.
  • Los braseros están absolutamente desaconsejados dentro del hogar, salvo que estén cerrados en el frente y el escape sea adecuado, con un tiraje hacia el exterior.
  • Jamás utilizar el horno o las hornallas de la cocina para calefaccionar ambientes.
  • Los detectores de monóxido pueden ser útiles, pero solo detectan concentraciones elevadas.
  • El monóxido no tiene olor. Si sentimos olor a gas, se trata del butano o propano de garrafa. En todos los casos, que chequee la pérdida un gasista matriculado.
  • Y lo más importante: dejar siempre la hoja de una ventana abierta, al menos unos 15 centímetros. En caso de fuga de gas, esto podría salvar vidas.

*Médico toxicólogo. Hospital Durand y Sanatorio Las Lomas. Director de Toxicología Hoy. Contenido exclusivo de la revista Rumbos.

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