Con la llegada del verano, el aire acondicionado vuelve a ser de los electrodomésticos más usados en los hogares argentinos. Sin embargo, en los últimos años empezó a ganar visibilidad una alternativa desarrollada en Francia que promete refrescar ambientes con un consumo eléctrico mucho menor.
Se trata de un sistema de enfriamiento adiabático, una tecnología distinta al aire acondicionado tradicional, que ya se utiliza en varios países de Europa.
Qué es el enfriamiento adiabático y por qué es diferente
El enfriamiento adiabático no funciona como un aire acondicionado convencional.
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En lugar de usar gases refrigerantes y compresores, aprovecha un principio físico simple y comprobado: la evaporación del agua absorbe calor del ambiente.
Cuando el agua se evapora, reduce la temperatura del aire que la rodea. Este mecanismo se usa desde hace décadas en sistemas industriales y hoy se aplica en equipos domésticos de nueva generación, como los desarrollados por empresas francesas especializadas en climatización eficiente.
En qué condiciones enfría mejor que un aire acondicionado
Este tipo de electrodoméstico puede resultar más eficiente que un aire acondicionado en situaciones específicas:
Ambientes secos o con humedad moderada,
Espacios de 20 a 40 m²,
Días de calor intenso,
Viviendas bien ventiladas.
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Cuanto más alta es la temperatura exterior y más seco el aire, mayor es su capacidad de enfriamiento. En esas condiciones, el rendimiento puede ser muy alto con un consumo eléctrico muy bajo.
Por qué consume menos energía
Los sistemas adiabáticos no tienen compresor, que es el componente que más energía consume en un aire acondicionado.
Según datos técnicos de fabricantes europeos y análisis de eficiencia energética:
El consumo puede ser hasta cinco veces menor que el de un aire acondicionado split tradicional.
Utiliza solo energía para ventiladores internos y control electrónico.
No genera picos de tensión ni sobrecarga la red eléctrica.
Esto se traduce en una factura de luz considerablemente más baja, especialmente en usos prolongados.
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Ventajas ambientales y de uso
Entre los principales beneficios reales del sistema se destacan:
No utiliza gases refrigerantes
Menor impacto ambiental
Funcionamiento silencioso
Diseño compacto sin unidad exterior
Instalación más simple
Materiales reciclables en su construcción
Además, al no resecar el aire, evita molestias comunes del aire acondicionado como sequedad en garganta o piel.
Modos de funcionamiento
Los modelos más avanzados incorporan distintos modos de uso:
Inteligente: ajusta automáticamente el enfriamiento según temperatura y humedad.
Eco: prioriza el menor consumo posible.
Boost: maximiza el enfriamiento en momentos puntuales de calor extremo.
Esto permite adaptar el funcionamiento al clima y al uso real del ambiente.
¿Cuánto cuesta?
El precio de estos equipos ronda los 2.500 euros en Europa.
Es una inversión alta, pero que se amortiza en el tiempo gracias al ahorro energético, especialmente en viviendas donde el aire acondicionado se usa muchas horas por día.