Hay recetas que sorprenden por su simpleza y sabor como la torta de yogur que se prepara solo con tres ingredientes, sin harina, alta en proteína y con menos de 85 calorías por porción. La opción ideal para quienes buscan algo dulce, liviano y que no comprometa la dieta.
Este postre tiene una textura cremosa que recuerda al cheesecake, pero sin la pesadez ni los ingredientes complicados. En verano, cuando las ganas de prender el horno son cada vez menos y el cuerpo pide cosas frescas, esta receta aparece como una salvación.
Se prepara en minutos, no requiere pasos raros ni técnicas profesionales y se adapta a las frutas que tengas en casa porque el protagonismo lo tienen la fruta y el yogur, una dupla que nunca falla.
Otra ventaja es que la preparación se hace directamente en la licuadora o procesadora. Ponés todo junto, mezclás y listo. De hecho, muchos la llaman la “torta 3 x 3”: tres ingredientes, tres unidades de cada uno y una receta tan simple que la podés memorizar después de hacerla una sola vez.
Si tenés airfryer, también funciona perfecto. La torta se cocina rápido, mantiene la humedad y conserva ese toque cremoso que la hace tan tentadora. Una vez fría, se desmolda sin problemas y queda con un aspecto impecable.
torta de yogur.
Ingredientes para hacer la torta
Para un molde de unos 18 cm, si el tuyo es más grande, duplicá las cantidades:
300 g de yogur griego o natural (también podés usar queso crema)
3 huevos
300 g de frutillas (reemplazables por manzanas, peras o bananas)
Paso a paso para preparar una torta de yogur fácil y rápida
Pelar y cortar la fruta elegida —si usás frutillas, solo lavalas y retirales el cabito—. Colocarla en la licuadora o procesadora junto con los huevos y el yogur. Licuar hasta obtener una mezcla bien homogénea.
Verter la preparación en un molde forrado con papel manteca o apto para horno.
Cocinar en horno a 200 °C durante 45 a 50 minutos. En airfryer, cocinar a 200 °C por 30 a 35 minutos. Los bordes deben quedar compactos y el centro apenas tierno.
Retirar, dejar enfriar y llevar a la heladera para que tome más consistencia. Desmoldar una vez bien fría.