21 de agosto de 2025 - 15:24

Si tenés piedras y macetas, posees un tesoro en casa: la idea maravillosa para aprovecharlas para el hogar

Las macetas de barro, cemento o incluso plástico pintado pueden convertirse en protagonistas de un proyecto que, además de embellecer, aporta serenidad al hogar.

No hace falta gastar una fortuna ni contar con un diseño elaborado, con un par de macetas, algunas piedras y una pequeña bomba de agua, se puede crear una fuente artesanal que combine estilo, frescura y un toque zen.

Además, se trata de un proyecto sostenible porque, en lugar de comprar una fuente ya hecha, se reutilizan materiales que muchas veces quedan arrumbados en casa. Una vieja maceta rota se puede restaurar y usar como base, y las piedras pueden recolectarse en una salida al río o comprarse en viveros a bajo costo.

Las macetas de barro, cemento o incluso plástico pintado pueden convertirse en protagonistas de un proyecto que, además de embellecer, aporta serenidad al hogar.

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Las macetas son el corazón de la fuente casera

El punto de partida son dos o tres macetas de diferentes tamaños. La más grande se utiliza como base y contendrá el agua y la bomba. Las otras se colocan inclinadas o superpuestas, creando niveles por los que el agua irá cayendo. Esa caída en cascada es lo que genera el movimiento visual y el característico murmullo relajante.

Si las macetas son de barro o cemento, aportan un aire rústico y natural, ideal para patios o galerías. En cambio, si se eligen macetas de plástico pintadas con colores intensos, el resultado puede acercarse a un estilo más moderno o incluso pop-art. Todo depende del entorno en el que se quiera ubicar la fuente.

artesanal fuente de agua casera

En tanto que las piedras decorativas no son solo un detalle estético, también ayudan a sostener las macetas en su lugar, disimular la bomba de agua y cubrir los recipientes internos. Se pueden usar piedras de río, que aportan un look natural, o bien piedras blancas que reflejan la luz y resaltan la caída del agua.

Un tip interesante es mezclar piedras grandes con otras más pequeñas, lo que da un aspecto más orgánico y natural. Algunas personas también suman trozos de madera o pequeñas plantas acuáticas que flotan en la superficie, reforzando el aire de mini jardín zen.

El detalle técnico: la bomba de agua

El único elemento que sí requiere una compra es la bomba de agua sumergible. Las hay en distintos tamaños y potencias, y se consiguen fácilmente en viveros, casas de acuarios o tiendas online.

Para una fuente casera con macetas medianas, alcanza con una bomba pequeña. Lo importante es que tenga suficiente fuerza para hacer circular el agua desde la base hacia el nivel superior.

Instalarla no es complicado: se coloca en el recipiente que está dentro de la maceta principal y se conecta a la corriente eléctrica. El agua circula en un circuito cerrado, por lo que solo hay que reponerla de vez en cuando para compensar la evaporación.

fuente de agua casera

Materiales necesarios para hacer la fuente de agua

  • 2 o 3 macetas de diferentes tamaños (pueden ser de barro, cemento o plástico pintado)
  • Piedras decorativas (blancas, negras, de río o de colores)
  • Bomba de agua sumergible pequeña (se consiguen en viveros o casas de acuarios)
  • Recipiente plástico o balde que encaje dentro de la maceta más grande
  • Silicona o pegamento resistente al agua
  • Agua

El paso a paso sencillo

  1. Colocar un balde o recipiente plástico dentro de la maceta más grande.
  2. Ubicar la bomba de agua en el fondo y dejar el cable hacia afuera.
  3. Colocar encima otra maceta inclinada, de manera que el agua pueda deslizarse hacia abajo.
  4. Cubrir con piedras todo el contorno para ocultar el recipiente y dar un acabado natural.
  5. Llenar con agua hasta cubrir la bomba y encenderla para probar el circuito.
  6. Ajustar la inclinación de las macetas hasta lograr la caída de agua deseada.
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