Salsa blanca con maicena: la mejor receta para una textura suave y sin grumos en tiempo récord
Con pocos ingredientes y un proceso de preparación rápido y sencillo, puedes disfrutar de una salsa deliciosa y versátil que se adapta a una variedad de platos.
Ingredientes y receta detallada para una salsa blanca liviana
Sin embargo, la receta tradicional, que incluye manteca y harina, puede resultar pesada para algunos comensales. Aquí te presentamos una versión más ligera y rápida de preparar: la salsa blanca con maicena.
Ingredientes y receta detallada para una salsa blanca liviana
Para preparar esta salsa blanca con maicena, solo necesitarás:
1 taza de leche (puede ser entera, descremada o incluso una versión vegetal como leche de almendras o de avena, dependiendo de tus preferencias)
3 cucharaditas de maicena
Sal y pimienta a gusto
Estos ingredientes básicos te permitirán crear una salsa blanca suave, cremosa y con un sabor delicioso que complementará perfectamente una variedad de platos.
Paso a paso: cómo hacer salsa blanca con maicena
La preparación de esta salsa es sumamente sencilla y no te llevará más de 20 minutos.
Calentar la leche: Comienza calentando una taza de leche en una cacerola a fuego medio. Es importante no dejar que la leche hierva en esta etapa, solo debes calentarla lo suficiente para que esté a punto de ebullición.
Disolver la maicena: Mientras la leche se calienta, en un pequeño recipiente aparte, mezcla las 3 cucharaditas de maicena con un chorrito de leche fría. Esto evitará que la maicena forme grumos cuando la agregues a la leche caliente. Asegúrate de disolver bien la maicena hasta que no queden grumos visibles.
Ingredientes y receta detallada para una salsa blanca liviana
Incorporar la maicena a la leche caliente: Una vez que la leche en la cacerola esté caliente, añade la mezcla de maicena disuelta en leche. Hazlo lentamente y sin dejar de remover con un batidor de mano o una cuchara de madera. Esto es crucial para evitar que se formen grumos y asegurar que la salsa quede suave y homogénea.
Espesar la salsa: Continúa cocinando la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la salsa comience a espesarse. Este proceso suele tardar unos pocos minutos. La clave es no dejar de batir para que la maicena se distribuya uniformemente y la salsa adquiera una textura cremosa.
Sazonar: Una vez que la salsa haya alcanzado la consistencia deseada, es momento de agregar sal y pimienta al gusto. Puedes ajustar las cantidades según tus preferencias. Si lo deseas, también puedes añadir una pizca de nuez moscada para darle un toque de sabor adicional.
Ingredientes y receta detallada para una salsa blanca liviana
Usar la salsa blanca: ¡Y listo! Ya tienes tu salsa blanca hecha con maicena, lista para ser utilizada en tus recetas favoritas. Esta versión es perfecta para lasañas, gratinados de verduras, pastas y cualquier plato que requiera una salsa blanca cremosa.