Un acto tan cotidiano como sacarse las zapatillas sin desatar los cordones puede esconder una dimensión más profunda. Según especialistas en psicología, este tipo de comportamiento no siempre responde a la pereza o al apuro. Para algunas personas, representa una forma de marcar el final de una etapa del día.
En contextos de salud emocional, pequeños gestos como este pueden funcionar como rituales que ayudan a transitar transiciones entre roles y espacios, según explican desde el Greater Good Science Center de la Universidad de California, Berkeley.
¿Qué representa este gesto en la vida diaria?
Desde la psicología, se reconoce que ciertas acciones repetidas con un valor emocional específico se transforman en rituales personales. Así lo afirma el investigador Michael Norton en su libro The Ritual Effect.
Estas rutinas no sólo marcan momentos, sino que organizan simbólicamente la experiencia.
Sacarse las zapatillas sin desatarlas puede ser una manera inconsciente de “cerrar el día”, de dejar atrás la exigencia del trabajo o del mundo exterior. Es una forma sutil de separación entre el rol productivo y la intimidad del hogar.
¿Cómo impactan estos rituales en la salud mental?
Estudios del campo de la psicología del bienestar revelan que las personas que incorporan rituales conscientes o espontáneos en su rutina diaria suelen experimentar mayor satisfacción vital y vínculos más sólidos.
Barbara Fiese, en una publicación de la Journal of Family Psychology, encontró que quienes tienen rituales familiares tienden a sentirse más competentes y emocionalmente estables.
Incluso gestos aparentemente triviales, como golpear el taco de un zapato antes de caminar o sacarse la ropa en cierto orden, pueden brindar estructura, sentido y seguridad emocional.
¿Por qué los rituales tienen tanto poder simbólico?
Los rituales funcionan como puentes entre lo externo y lo interno. No requieren de espiritualidad ni formalidad. Según Norton, lo que los transforma no es la acción en sí, sino la carga simbólica y repetida que se le otorga.
A diferencia de los hábitos automáticos, un ritual se hace con intención y tiene un valor emocional.
Desatar los cordones puede parecer más prolijo, pero no hacerlo y dejar la zapatilla armada en su forma puede transmitir inconscientemente una señal: "Este día ya terminó. Este espacio es mío".
¿Qué revela este comportamiento sobre el estilo personal?
Desde la perspectiva psicológica, ese acto puede reflejar un deseo de liberación inmediata, una búsqueda de confort o un símbolo de pertenencia al hogar.
También puede estar vinculado a una forma individual de marcar límites: el adentro y el afuera, el trabajo y el descanso, el otro y el yo.
Reconocer estas acciones como rituales permite darles un nuevo valor, reinterpretar la rutina y usar el simbolismo cotidiano como herramienta de bienestar.