La pavlova es un postre clásico de la repostería mundial: un merengue grande, crocante por fuera y cremoso por dentro, coronado con crema batida y frutas frescas. Es liviana, elegante y sorprendentemente fácil de hacer, incluso para principiantes. Además, esta versión usa solo cinco ingredientes básicos, ideales para preparar una pavlova casera sin complicarse.
Crema batida + frutas frescas (frutillas, arándanos, kiwi o las que tengas)
(La crema y la fruta no cuentan dentro de los cinco ingredientes principales, porque la base de la pavlova se hace solo con los cuatro anteriores.)
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Qué es exactamente una pavlova
La pavlova es un merengue horneado muy lentamente, hasta formar una costra firme por fuera y un interior suave y esponjoso, casi como un malvavisco.
Se sirve bien fría, cubierta con crema batida y frutas ácidas que equilibran su dulzor. Es un postre ideal para celebraciones, sobremesas de verano o mesas dulces.
Paso a paso para hacer pavlova casera
Batí las claras a punto nieve, empezando a velocidad baja y subiendo de a poco. Cuando formen espuma firme, agregá el azúcar de a cucharada.
Seguí batiendo 8 a 10 minutos, hasta obtener un merengue brillante, espeso y con picos fuertes que no se caigan.
Sumá la maicena y el vinagre, mezclando suavemente con espátula. Estos ingredientes ayudan a lograr la textura cremosa interior típica de la pavlova.
Formá un disco de merengue sobre una placa con papel manteca, dejando los bordes un poco más altos y el centro ligeramente hundido para contener la crema.
Horneá a 110 °C durante 1 hora y 15 minutos, sin abrir el horno. La idea no es dorar, sino secar lentamente.
Apagá el horno y dejá la pavlova adentro, con la puerta entreabierta, para que termine de secarse sin quebrarse.
Una vez fría, cubrila con crema batida y decorala con frutas frescas al momento de servir.
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Consejos para que salga perfecta
No debe quedar dorada, solo seca. Si dora, bajá la temperatura.
Separá bien las claras de las yemas, cualquier grasa arruina el merengue.
Usá frutas ácidas, como frutilla, kiwi o maracuyá, para equilibrar el dulzor.
Armala justo antes de servir, así la base mantiene su crocancia.
Cómo conservarla
La base sola dura hasta 2 días en un recipiente hermético. Una vez armada con crema y frutas, es ideal consumirla en el momento.