En el mundo del hogar, hay consejos que sorprenden por su efectividad y simplicidad. Uno de ellos es el uso de sal gruesa en la heladera, un truco casero que muchas personas desconocen, pero que se ha vuelto tendencia entre quienes buscan mantener los electrodomésticos limpios y sin malos olores.
Los expertos en limpieza explican que la sal gruesa tiene una gran capacidad absorbente y purificadora. Al colocarla en un pequeño recipiente dentro del refrigerador, logra atraer la humedad y neutralizar los olores desagradables que se generan por la mezcla de alimentos o la acumulación de bacterias.
Cómo usarla correctamente
Para aplicar este truco del hogar, basta con colocar unas cucharadas de sal gruesa en un frasco abierto o recipiente pequeño, y ubicarlo en una de las bandejas centrales de la heladera. También se puede combinar con unas gotas de limón o vinagre blanco para potenciar su efecto desodorizante.
El resultado se nota en pocos días: el ambiente interno del refrigerador se vuelve más fresco, seco y con un olor neutro. Además, la sal ayuda a prevenir la formación de moho y mantiene el equilibrio de humedad, evitando que las frutas y verduras se deterioren tan rápido.
Este método casero no solo es natural y económico, sino que también evita el uso de productos químicos o aromatizantes artificiales que pueden contaminar los alimentos.
Un truco con más beneficios
Más allá de la heladera, la sal gruesa también puede utilizarse en otros espacios del hogar. Es ideal para absorber la humedad de alacenas o armarios, limpiar derrames de grasa o incluso energizar ambientes, según las tradiciones más antiguas de limpieza espiritual.
Por eso, tener un paquete de sal gruesa siempre a mano puede ser una excelente inversión para quienes buscan mantener un hogar limpio, seco y libre de olores.