Lejos de Egipto y Asia, la mayor estructura humana perceptible desde la órbita terrestre está en España, más precisamente en la provincia de Almería, al sur de Andalucía. Lo que atrae la atención desde la Estación Espacial Internacional es una gigantesca superficie cubierta de invernaderos que, con sus techos blancos, reflejan la luz solar y generan un contraste llamativo.
Este fenómeno natural provocado por la superficie plástica hace que esta zona, conocida como el “mar de plástico”, sea uno de los puntos más brillantes y visibles desde el espacio, superando en impacto visual a monumentos emblemáticos que durante años se consideraron los más reconocibles desde la órbita.
El “mar de plástico” y su origen agrícola en Andalucía
La historia de este vasto manto blanco comenzó en los años 50 como una solución innovadora para cultivar en condiciones climáticas muy difíciles. Actualmente, la concentración de invernaderos en Almería abarca más de 40.000 hectáreas que producen anualmente entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras.
El modelo productivo abarca localidades como El Ejido y Campo de Dalías, y abastece a buena parte de Europa con tomates, pimientos, pepinos y calabacines durante todo el año, convirtiendo esta región en un referente global en agricultura intensiva.
Innovación y sostenibilidad en los invernaderos de España
Más allá de la producción masiva, esta zona ha incorporado tecnologías de riego por goteo, sistemas de climatización y manejo de residuos, con el objetivo de reducir el impacto ambiental. Según expertos, aunque el uso intensivo de recursos ha generado críticas, se están implementando medidas para avanzar hacia una agricultura más sostenible.
Estas acciones incluyen certificaciones ambientales y una reducción en el uso de agroquímicos, lo que marca un cambio en el modelo agrícola tradicional hacia uno que busca equilibrar productividad y cuidado ambiental.
Confirmación espacial: la NASA y astronautas avalan su visibilidad
La NASA publicó imágenes satelitales que muestran claramente esta masa blanca en el mapa terrestre. Además, astronautas como Pedro Duque, exministro español y ex astronauta, han señalado que esta región es una de las más sorprendentes que se pueden observar desde el espacio.
“La razón principal no es solo su tamaño, sino el efecto reflectante de los techos de plástico blanco”, afirmó Duque, destacando que ni siquiera grandes construcciones históricas tienen la misma visibilidad desde la órbita.
Impacto climático local y debate global
Curiosamente, la extensión del plástico no solo se destaca visualmente, sino que también genera un efecto de enfriamiento local, al reflejar la luz del sol. Este fenómeno impacta el microclima de Almería y genera debates sobre los costos ambientales y beneficios económicos de esta agricultura intensiva.