Con el paso del tiempo, las ollas de aluminio de casa pierden ese brillo característico que tanto nos gusta. Entre el uso diario, el contacto con el fuego, las manchas de grasa o restos de comida, no es raro que terminen con una capa opaca o con marcas difíciles de sacar.
Frente a esta situación, muchos recurren a limpiadores abrasivos que, si bien funcionan, también pueden dañar el material. Pero hay un método más simple, económico y natural, el mezclar harina de maíz con bicarbonato de sodio.
bicarbonato
El bicarbonato de sodio es útil, pero deberás usar las medidas justas en cada caso.
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Este truco promete recuperar el brillo de las ollas de aluminio sin esfuerzo y sin necesidad de productos químicos. La combinación de ambos ingredientes crea una pasta suave, capaz de eliminar suciedad, manchas y residuos de grasa, sin rayar ni desgastar la superficie.
La harina de maíz actúa como un limpiador físico y el bicarbonato, en cambio, cumple una función química de descomponer la grasa, neutralizar olores y ayudar a eliminar las manchas más adheridas. Juntos, forman una dupla imbatible para devolver el aspecto original a las ollas y utensilios de aluminio.