16 de octubre de 2025 - 16:11

Mezclar harina con bicarbonato: por qué se recomienda hacerlo en casa y para qué sirve

La mezcla de harina de trigo y bicarbonato es ideal para la limpieza del hogar, casi sin esfuerzo, y un aliado para evitar limpiadores abrasivos.

Con el paso del tiempo, las ollas de aluminio de casa pierden ese brillo característico que tanto nos gusta. Entre el uso diario, el contacto con el fuego, las manchas de grasa o restos de comida, no es raro que terminen con una capa opaca o con marcas difíciles de sacar.

Frente a esta situación, muchos recurren a limpiadores abrasivos que, si bien funcionan, también pueden dañar el material. Pero hay un método más simple, económico y natural, el mezclar harina de maíz con bicarbonato de sodio.

bicarbonato
El bicarbonato de sodio es útil, pero deberás usar las medidas justas en cada caso.

El bicarbonato de sodio es útil, pero deberás usar las medidas justas en cada caso.

Este truco promete recuperar el brillo de las ollas de aluminio sin esfuerzo y sin necesidad de productos químicos. La combinación de ambos ingredientes crea una pasta suave, capaz de eliminar suciedad, manchas y residuos de grasa, sin rayar ni desgastar la superficie.

La harina de maíz actúa como un limpiador físico y el bicarbonato, en cambio, cumple una función química de descomponer la grasa, neutralizar olores y ayudar a eliminar las manchas más adheridas. Juntos, forman una dupla imbatible para devolver el aspecto original a las ollas y utensilios de aluminio.

Ingredientes para hacer un limpiador en casa

  • 2 cucharadas de harina de maíz (la común, amarilla o blanca)
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • Agua tibia, la cantidad necesaria para formar una pasta
  • Una esponja o paño suave
    ollas y sartén de cocina

Paso a paso: cómo usar harina de maíz con bicarbonato para limpiar ollas de aluminio

  1. En un recipiente, colocá la harina de maíz y el bicarbonato de sodio.
  2. Agregá lentamente agua tibia mientras mezclás, hasta lograr una pasta espesa pero fácil de esparcir. No debe quedar líquida ni demasiado seca: la textura ideal es similar a la de una crema limpiadora.
  3. Con una esponja suave o un paño, distribuí la mezcla sobre toda la superficie del aluminio. Si la olla tiene manchas puntuales o zonas muy opacas, concentrá la aplicación en esos lugares.
  4. Dejá actuar la pasta unos minutos y luego frotá suavemente haciendo movimientos circulares. La harina de maíz se encargará de pulir la superficie, mientras el bicarbonato actuará sobre la grasa o la suciedad. Evitá usar fibras metálicas, ya que pueden rayar el aluminio.
  5. Enjuagá con abundante agua tibia para retirar todos los restos de mezcla. Luego, secá bien con un paño limpio o repasador de algodón para evitar que queden marcas de agua.
  6. Si la olla tiene muchas manchas o zonas quemadas, podés repetir el procedimiento una segunda vez. En casos extremos, también podés dejar la mezcla actuar unos 10 minutos antes de frotar.
LAS MAS LEIDAS