Los jilgueros, conocidos por su canto vibrante, suelen acercarse a patios y al jardín cuando encuentran alimento accesible, sobre todo en épocas cálidas. Muchos aficionados descubrieron que una fruta funciona como un imán natural, tal como explican diversas guías sobre animales y comportamiento compartidas por especialistas en la región.
Los jilgueros muestran una marcada preferencia por alimentos naturales y fáciles de acceder. Muchos responden bien a frutasdulces, sobre todo cuando se colocan en zonas visibles. Una fruta madura funciona como un estímulo poderoso para estas aves inquietas.
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Los especialistas recomiendan usar manzana, banana o pera. Estas opciones aportan azúcares que los jilgueros aprovechan rápido.
La manzana es la más efectiva porque conserva aroma y estructura durante varias horas. Es clave evitar frutas fermentadas, que pueden atraer insectos indeseados.
Dónde y cómo colocarla para que regresen
La ubicación es fundamental para que los jilgueros vuelvan. Lo ideal es dejar la fruta en una rama segura o sobre una plataforma elevada.
Un sitio tranquilo, lejos del paso constante de personas, les da confianza. Los jilgueros vuelven cuando sienten estabilidad en su entorno.
Conviene cortar la fruta en trozos medianos. Cada pieza debe estar firmemente apoyada para que no caiga.
Algunos aficionados colocan la fruta en pequeñas cúpulas de madera que protegen del viento. Esto ayuda a que el olor se mantenga más tiempo.
Además de la fruta, podés sumar semillas de girasol pelado, que los jilgueros adoran. Ofrecer agua limpia en un recipiente bajo también los motiva a visitar el jardín. Estas aves disfrutan de refrescarse, especialmente en días más cálidos de noviembre.
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Mantener plantas nativas favorece la presencia constante de aves pequeñas. Arbustos como el duranta o la lantana ofrecen refugio y alimento extra. Los jilgueros necesitan sentirse seguros, y la presencia de vegetación lo garantiza.
Si tenés gatos, ubicá la fruta en zonas altas, fuera de su alcance. Esto evita que los jilgueros se espanten y que abandonen la zona. Las aves regresan cuando perciben un espacio armonioso y libre de amenazas.