En el hogar, muchos electrodomésticos pasan desapercibidos como grandes consumidores de energía. Sin embargo, uno de ellos te puede vaciar el bolsillo sin que lo notes. Conocer algunos trucos puede ayudarte a evitarlo. Su consumo energético es altísimo y tiene un impacto silencioso en la factura del hogar.
Pese a su tamaño compacto, la plancha de ropa puede gastar más que una estufa eléctrica si se la usa sin control. Este artefacto, que se encuentra en casi todos los hogares, representa un gasto importante en la factura de luz. Aplicar trucos simples puede ayudarte a reducir su impacto.
La plancha es uno de los electrodomésticos que más energía consume, ya que requiere gran potencia en poco tiempo. En promedio, una plancha común consume entre 1.000 y 2.000 watts por hora, lo mismo que una estufa eléctrica encendida al máximo. Si sumás el uso prolongado y poco eficiente, el número se dispara.
Por eso, si planchás ropa todos los días o dejás la plancha enchufada más tiempo del necesario, el gasto energético se multiplica. Muchos no lo saben, pero hay trucos para aprovechar mejor este aparato y evitar que te deje sin plata al final del mes. Además, su uso tiene impacto en otros ámbitos del hogar, como la temperatura ambiente o el desgaste de enchufes.
Cómo planchar sin gastar de más en el hogar
Una forma de ahorrar es planchar en tandas grandes, en lugar de hacerlo cada día. Así, se reduce la cantidad de veces que la plancha debe calentarse desde cero. También se recomienda usarla en horarios donde la temperatura ambiente no obligue a recalentarla constantemente.
Otro truco útil es desenchufarla unos minutos antes de terminar, aprovechando el calor residual para las últimas prendas. En hogares con mucha ropa para planchar, esto puede hacer una gran diferencia a fin de mes.
Los expertos en eficiencia energética remarcan que no todos los electrodomésticos pequeños son inofensivos. La plancha es un ejemplo claro de que, a veces, lo más chico es lo más costoso. Con algunos trucos simples y un uso más consciente, podés cuidar tu economía sin dejar de tener la ropa impecable.