Las prendas que usamos por años suelen perder color, desgastarse o quedar manchadas, pero eso no implica que deban terminar en la basura. Reciclar para darles una segunda vida es una forma concreta de reducir residuos y contribuir a un consumo más responsable.
Una de las maneras más simples de hacerlo es convertir una remera vieja en una musculosa, un proyecto casero fácil, económico y sustentable.
Poner tu ropa en la silla, no en el placard qué significa para la psicología (1)
Materiales necesarios para reciclar
- Remera vieja (preferentemente de algodón o tela liviana)
- Tiza o marcador para tela
- Musculosa de referencia (opcional)
- Regla o cinta métrica
- Pegamento para tela o aguja e hilo (opcional para los bordes)
ropa con agujeros
Esta técnica se ha vuelto popular entre quienes buscan soluciones rápidas y estéticas para la ropa cotidiana.
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Paso a paso para crear la musculosa
- Elegir la prenda adecuada: Seleccioná una remera cómoda y limpia, idealmente de algodón, porque es más sencilla de cortar y manejar. Evitá telas gruesas o elásticas, ya que dificultan el trabajo.
- Preparar la superficie: Colocá la remera sobre una mesa o superficie firme y lisa, eliminando todas las arrugas. Esto asegura que los cortes sean precisos.
- Marcar el diseño: Si tenés una musculosa que te gusta, usala como molde. Colocala sobre la remera y trazá el contorno de los hombros, las sisas y el escote con tiza o marcador para tela. Si no tenés molde, podés dibujar la forma a mano alzada, dejando al menos un centímetro de margen para evitar que la tela se deshilache.
- Cortar con cuidado: Seguí las líneas marcadas usando una tijera afilada. Para un estilo más holgado, hacé los cortes amplios; si preferís un modelo ajustado, recortá más cerca del cuerpo. También podés modificar el largo para lograr un top corto o tipo “cropped”.
- Proteger los bordes: Si querés un acabado prolijo, aplicá pegamento para tela sobre los bordes o realizá un pequeño dobladillo cosido a mano. En cambio, si buscás un efecto más descontracturado, estirá suavemente los bordes con las manos: el algodón se enrollará naturalmente.
- Personalizar el diseño: Este es el momento para agregar estilo propio. Podés teñir la prenda con anilinas naturales, estampar frases, aplicar tachas o coser parches. También podés cortar flecos en la parte inferior o anudar los laterales para darle un toque diferente.
Poner tu ropa en la silla, no en el placard qué significa para la psicología (3)
Con unos pocos materiales y un poco de paciencia, una prenda vieja se transforma en una musculosa única y funcional.