Los platos viejos o desparejos que quedan guardados pueden convertirse en accesorios de decoración con un poco de ingenio. En esta guía práctica de reciclaje, se explica cómo darles una segunda vida con técnicas sencillas y resultados modernos. Los proyectos con manualidades son tendencia entre quienes buscan renovar espacios sin gastar dinero.
Con los platos se pueden crear desde murales decorativos hasta relojes o bandejas personalizadas.
Reciclaje: platos decorativos en la pared
Una de las opciones más fáciles y estéticas es armar una composición mural con platos antiguos.
Limpieza: asegurate de que los platos estén completamente secos y sin grasa.
Diseño: colocá los platos en el piso y probá distintas disposiciones hasta encontrar la más equilibrada.
Marcado: medí la pared y marcá los puntos donde irán los ganchos.
Colocación: fijá los soportes y colgá cada plato con cuidado.
Detalles: si querés un toque moderno, podés pintar los bordes o escribir frases cortas con marcador permanente.
Convertir un plato en reloj decorativo
Materiales:
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Un plato firme de vidrio o cerámica.
Taladro pequeño o punzón.
Mecanismo de reloj con agujas.
Pintura acrílica o marcador.
Paso a paso:
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Perforá el centro del plato con cuidado, usando una mecha para cerámica.
Insertá el mecanismo desde la parte trasera y ajustá las agujas.
Decorá el frente con números o dibujos a gusto.
Colgalo o apoyalo sobre una repisa.
Estas ideas no solo embellecen los ambientes, sino que promueven un hogar sustentable, donde el diseño y el reciclaje se unen para dar vida nueva a lo que parecía inútil.