Un nuevo descubrimiento captó la atención de la comunidad científica internacional: un tiburón blanco de dimensiones extraordinarias fue localizado en el océano Atlántico. Este ejemplar, apodado Contender, pesa 725 kilos y mide 4,3 metros de largo, y actualmente es monitoreado por la organización OCEARCH, especializada en el estudio de animales marinos de gran tamaño.
Avistamiento cerca de la costa estadounidense
La criatura fue etiquetada en enero por el equipo de OCEARCH en una zona ubicada a unos 70 kilómetros de la costa de Florida y Georgia, cerca de Jacksonville.
Desde entonces, se ha seguido su recorrido gracias a un dispositivo satelital que emite señal cuando la aleta dorsal del tiburón sobresale del agua.
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Foto: Reproducción/OCEARCH
Después de un mes sin señales, la semana pasada resurgió al norte, en las aguas de Pamlico Sound, Carolina del Norte.
Este patrón sugiere un movimiento migratorio hacia zonas más frías, posiblemente buscando nuevos espacios de alimentación.
Comportamiento estacional y migración oceánica
“En esta época del año, los grandes tiburones blancos comienzan su migración de finales de primavera/principios de verano (del 16 de mayo al 30 de junio), desplazándose desde sus zonas de invernada en el sur hasta sus zonas de alimentación de verano y otoño en el noreste de Estados Unidos y el Atlántico canadiense”, explicó Harley Newton, científico jefe y veterinario de OCEARCH.
Se estima que Contender tiene unos 30 años, una edad avanzada para esta especie, y se encuentra en una etapa clave de alimentación para acumular energía y continuar un trayecto que podría superar los 1.600 kilómetros.
Importancia ecológica de los tiburones blancos
La migración de Contender es clave para investigaciones actuales sobre la ecología marina. Los expertos destacan que estos animales cumplen una función esencial al regular las poblaciones de presas, pero enfrentan amenazas como la pesca excesiva, el cambio climático y la pérdida de hábitats naturales.
En los últimos años, muchos ejemplares han sido depredados por orcas, especialmente en regiones como Sudáfrica y Australia, donde este tipo de ataques se volvió más frecuente.
Las orcas, en algunos casos, han desarrollado una preferencia por cazar tiburones blancos específicamente por sus órganos ricos en nutrientes.
Un caso que alimenta el conocimiento científico
El seguimiento de Contender no solo permite conocer más sobre el comportamiento migratorio de estos depredadores, sino también fortalece campañas de conservación.
Organizaciones como OCEARCH sostienen que la educación pública y el monitoreo constante son fundamentales para garantizar la preservación de especies clave para el equilibrio de los océanos.