"Tito" Angulo, Yésica Ferreira y sus 4 hijos fueron desalojados en mayo porque el lote que habían comprado se encontraba en tierras que fueron adquiridas por Abel Pintos y un socio en Lavalle. Ya comenzaron a levantar su nueva casa en otro terreno que quieren comprar.
La familia desalojada de las tierras de Abel Pintos comenzó a construir su casa con ayuda desde todo el país. Foto: Gentileza.
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Después de la tormenta, la calma. Y si la familia Angulo Ferreira ya levantó una casa por sus propios medios, ¿por qué no podrían hacerlo nuevamente? Alberto "Tito" Angulo y Yésica Ferreira, el matrimonio que fue imputado y luego desalojado por usurpación de tierras en Lavalle-ellos compraron un lote de 1.500 metros y luego se enteraron que era parte de 93 hectáreas que había comprado el músico Abel Pintos-, inició su nueva vida en otro terreno.
Se trata de una parcela ubicada en Jocolí Viejo, en el mismo departamento lavallino, y donde un conocido de Angulo tiene una granja. Pero como no ocupa toda la extensión para este espacio, les ha ofrecido comprar -en cuotas y con facilidades- un sector para que allí vuelvan construir. Además, gente de todo el país que ha conocido la dura historia de la familia -tienen cuatro hijos, uno de ellos con certificado de discapacidad- gracias a las notas de Los Andes está ayudando con dinero, materiales y mercadería.
"Nos está ayudando un montón la gente. Ya hemos juntado algo de dinero para pagarle la primera parte del terreno y la idea es que esta semana nos juntemos con el dueño. Además, hoy llegaron los ladrillos que pedimos para empezar a construir. Ya vamos avanzando por lo menos y estamos todos bien", resume.
"Me bombardean, otra vez vuelvo a construir mi casa". Este fragmento de "Héroes Anónimos", la canción más conocida de Metrópoli y que fue reversionada por Catupecu Machu, podría aplicarse a la perfección a lo que viven hoy "Tito", Yésica y sus cuatro hijos -de 15, 13, 10 y 5 años-.
Porque, aunque no fue un bombardeo en el sentido literal de la palabra, la orden de desalojo de su casa detonó todos los planes y aquella vida que, junto con la vivienda, habían comenzado a construir en febrero de 2024 en el distrito de San Francisco (Lavalle). Ellos compraron el lote a un hombre de apellido Morales, quien tenía los títulos posesorios de los terrenos y a quien contactaron por Facebook.
Sin embargo, el artista Abel Pintos y un socio -Marcelo González- adquirieron 93 hectáreas en el lugar (entre las que se encontraba este lote) a un banco privado, quien era el dueño de las tierras y tenía los títulos registrales. Así fue como, cuando Pintos y González llegaron al lugar, donde tienen previsto instalar un emprendimiento productivo y educativo, se encontraron con esta familia viviendo en el lugar. Y ese fue el inicio de una disputa legal, que culminó con la imputación de Angulo y Ferreira por "usurpación de inmueble" en marzo y con la efectivización del desalojo el 28 de mayo pasado.
Con camiones que les prestó la Municipalidad de Lavalle, la familia se llevó la mayoría de los materiales con que habían montado la humilde y precaria vivienda. Y los llevaron a este nuevo predio donde, sueñan -una vez más- construir su casa.
El dueño del lugar donde están ahora los Angulo Ferreira, ya en Jocolí Viejo, les ha pedido 5 millones de pesos a cambio de venderles un sector del terreno para que ellos puedan construir y vivir junto a sus propios animales de granja (caballos y gallinas), que además son terapéuticos para los niños. Para ello, la familia mendocina inició una campaña para recaudar fondos, materiales y mercadería -porque todo suma-, además de abrir una cuenta de Instagram donde cuentan su historia y muestran los avances en la que, de no mediar inconvenientes, será su nueva casa (https://www.instagram.com/angulo.ferreira/).
"Queremos agradecer un montón a la gente que nos está ayudando. Hay gente de Córdoba, de Neuquén, de Buenos Aires, además de mucha gente que nos habla para ver cómo estamos y qué necesitamos. Hay mucha gente que nos apoya, nos manda mensajes y también nosotros estamos súper agradecidos por eso", resalta públicamente "Tito" Angulo, quien agrega que ya han juntado 850.000 pesos de la mano de la solidaridad. De ello, destinaron 300.000 pesos a la primera partida de ladrillos, y abonarán una primera cuota de 300.000 por el lote.
En el nuevo terreno que habitan ya han cavado, además, el pozo séptico y han comenzado con la limpieza del terreno. Además, Alberto Angulo deja su número de teléfono para quienes quieran comunicarse con él y puedan ofrecerle algo de ayuda (2613 344989).
A fines de febrero de 2024, Angulo y su esposa adquirieron su lote tras comprárselo a Morales. Sin embargo, en noviembre del año pasado, Marcelo González -acompañado por el intendente de Lavalle, Edgardo González, entre otros- llegó para recorrer las tierras que habían adquirido meses antes al banco privado. Y allí se encontraron con la familia viviendo en el lugar.
Entre Morales y el banco jamás existió vínculo alguno. Mientras que Morales hizo el traspaso de los títulos posesorios, la entidad financiera era la dueña registral de las 93 hectáreas, y que fue lo que incluyó en el traspaso tras la transacción con Marcelo González y Abel Pintos. Y aunque este conflicto entre Morales y el banco no llegó a instancias judiciales -dos actores distintos vendieron una misma propiedad-, sí llegó al Ministerio Público Fiscal de Mendoza una denuncia de los abogados de Pintos y González contra Angulo y Ferreira.
Con la prueba recabada y tras algunas audiencias entre las partes -en las que se intentó una conciliación, que fracasó-, el fiscal Juan Carlos Alessandra imputó en marzo a Angulo y Ferreira por "usurpación de inmueble". Luego de darle algunos plazos significativos para que se retiren por sus medios del lugar y se lleven sus cosas, finalmente el miércoles 28 de mayo pasado, con la presencia de efectivos policiales y de personal judicial, la familia fue desalojada.
Durante el procedimiento no hubo incidentes y la familia no opuso resistencia, por lo que cargaron la mayor cantidad de pertenencias en camiones de la comuna y las trasladaron al terreno de Jocolí Viejo donde se encuentran ahora. El desalojo comenzó a las 9 de la mañana del 28 de mayo y se extendió hasta pasadas las 19:30.
Ángel, el adolecente de 13 años y el segundo de los hijos de "Tito" Angulo y Yésica Ferreira, tiene Certificado Único de Discapacidad (CUD). Su diagnóstico es el de "psicosis infantil", y -desde siempre- los animales que tiene la familia y con quienes viven desde que se mudaron a Lavalle han sido terapéuticos, para él y para toda la familia. Estos animales los acompañaron a su nuevo hogar.
"Ya se nota el cambio para mejor en los niños. Ángel ha estado muy bien, la verdad. Estamos viviendo más tranquilos, estamos en un lugar donde los chicos pueden salir. Aitana (NdA: otra de las hijas) va a jugar a la casa de una compañera, se juntan con otros chicos. Donde vivíamos antes no teníamos esa posibilidad. Y un sobrino se ha venido a quedar con los chicos desde el viernes y están meta jugar y salir a dar vueltas con los caballos", contó, entusiasmado, Alberto hace unos días a Los Andes. Y agregó que, mientras estaban viviendo en San Francisco, siempre andaban pendientes y con miedo por si entraba algún auto o alguna persona.
Lo que más destaca la familia de su nuevo hogar -y que se han propuesto comprar- es la tranquilidad y la cercanía con otros vecinos y niños para que sus hijos no estén solos. Y saber que no llegará una orden judicial para que desalojen, ni tampoco personal policial para obligarlos a irse (como ocurrió a fines de mayo).