Una bola de nieve que, lejos de desvanecerse, se agranda cada vez más y más y mientras sigue rodando en caída libre. Esta podría ser la metáfora que mejor describe el -ahora tenso- conflicto judicial que tiene como foco a un terreno adquirido por el artista Abel Pintos y su socio en Lavalle, a una familia y a la comuna departamental. Y es que esta mañana, lo que se suponía que sería un encuentro para avanzar en la búsqueda de una solución salomónica y que dejara a todos conformes, terminó en la crisis de un niño de 13 años que salió corriendo campo traviesa y en su madre con un fuerte golpe en la cabeza. La mujer se cayó y se golpeó cuando, desesperada, salió a buscar a su hijo en plena crisis.
"Esta mañana se comunicaron de la Municipalidad de Lavalle y nos ofrecieron un terreno en Jocolí y hasta materiales para construir una casa en otro lado. En un principio nos pareció una propuesta buena, por más que el terreno es más chico que el que compramos y donde ya construimos y estamos viviendo. Pero estábamos dispuestos a firmar. Eso fue hasta que fueron a la casa, hablaron con mi esposa -y conmigo por teléfono- nos dijeron que no íbamos a poder llevarnos a nuestros animales al nuevo terreno", destacó, exaltado, Alberto "Tito" Angulo (34), el hombre que a fines de 2023 compró un lote de 1.500 metros en San Francisco (Lavalle) y comenzó a construir en el lugar su humilde casa a comienzos de 2024.
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Reunión con denunciados por usurpar tierras de Abel Pintos terminó con un niño en crisis y una mujer golpeada. Foto: Gentileza Radio Tierra Campesina.
A fines del año pasado. Angulo, su esposa -Yanina Ferreira (33)- y sus cuatro hijos se enteraron de que Abel Pintos y Mariano González habían adquirido 93 hectáreas en la zona y entre las que se encontraba su lote. Los dos inversores cerraron la operación con un banco, quienes aportaron documentación para certificar que esas tierras pertenecían a ellos. El detalle es que la familia Angulo Ferreira las había adquirido en 2023 a una familia que también se presentó como propietaria de las tierras. Y hasta aportaron documentos para certificar la titularidad. En medio de este conflicto entre privados que vendieron dos veces las mismas tierras -cada una por su cuenta- quedaron envueltos Pintos, su socio, la familia mendocina y la comuna lavallina
"Cuando le dijeron a mi esposa que no podíamos mudarnos con los animales, ahí me llamó por teléfono. Y yo les dije que necesitábamos irnos con ellos. Porque son terapéuticos para nuestros hijos. Sobre todo para uno de ellos, que tiene 13 años y tiene certificado de discapacidad por psicosis infantil", se explayó, angustiado, Angulo.
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En el momento en que llegaron el abogado y el asistente social de la comuna lavallina a la casa de la familia, "Tito" Angulo estaba trabajando como albañil en una obra particular en la zona de La Pega (también Lavalle). Sin embargo, telefónicamente se inició una discusión de la que participó Angulo y donde él y su esposa -presente junto a los enviados de la comuna- se pusieron firmes pidiendo que los dejaran irse con sus animales al nuevo lote.
"La discusión fue subiendo de tono, hasta que en un momento Ángel tuvo una crisis y salió corriendo porque no quería que le saquen a sus animales. Decí que estamos retirados de la calle y no pasan autos", agregó Angulo. Ferreira, mamá del adolescente, salió corriendo detrás de su hijo para intentar alcanzarlo y hasta los emisarios de la comuna la ayudaron con su camioneta. Fue en ese frenesí y desesperación que la mujer se dio un golpe en la frente (sin consecuencias graves).
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Reunión con denunciados por usurpar tierras de Abel Pintos terminó con un niño en crisis y una mujer golpeada. Foto: Gentileza Radio Tierra Campesina.
"Lo único que pedimos es poder tener nuestros animales, porque nos hacen bien a nosotros y nuestros hijos. No es un capricho, a mi hijo le hace muy bien el caballo. A veces tiene crisis y sale a dar una vuelta con él, o simplemente sale a acariciarlo y se le pasa. No vamos a descuidar la salud de nuestros hijos ni tampoco pedimos material ni nada. Yo solo quiero que me dejen llevar a los animales y prefiero quedar en la calle antes de irme sin los animales que tanto bien nos hacen", detalló el hombre, actualmente imputado -junto a su esposa- por usurpación de inmueble.
En el acta oficial manuscrita donde se describe el episodio de esta mañana, al cierre se detalla claramente:
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Reunión con denunciados por usurpar tierras de Abel Pintos terminó con un niño en crisis y una mujer golpeada. Foto: Gentileza Radio Tierra Campesina.
"Al momento de la redacción del acta, al niño de 13 años le da una crisis, con la cual sale corriendo gritando: '¡No quiero que se lleven a mis animales!', procediendo la madre Yésica a la búsqueda y contención".
El ofrecimiento que derivó en un episodio traumático
El caso de las tierras lavallinas en disputa llegó a la Justicia de Mendoza hace ya algunos meses. Y si bien el conflicto de fondo se centra en que dos particulares se presentaron como dueños de las tierras y las vendieron a diferentes personas -y en operaciones independientes entre sí-, el fiscal Juan Carlos Alessandra ya avanzó con la imputación de Alberto Angulo y Yésica Ferreira, quienes están acusados formalmente por "usurpación de inmueble".
En las más recientes audiencias en el Polo Judicial, las novedades no han sido de lo más alentadoras para la familia, a quien de poco parece servirles contar con un documento que se les entregó como propietarios cuando adquirieron su lote en 2023.
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Reunión con denunciados por usurpar tierras de Abel Pintos terminó con un niño en crisis y una mujer golpeada. Foto: Archivo
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Ante este panorama adverso y el inminente -y concreto- riesgo de un desalojo, durante las últimas horas la comuna lavallina acercó una propuesta a la familia imputada. Tras un primer contacto telefónico, durante la mañana del jueves se presentaron en el domicilio de la familia (dentro del terreno en litigio) Walter Lorenzo y Jorge Orozco, en representación de la Municipalidad.
Allí le acercaron a la familia (estaban en el lugar Yésica y sus hijos) un escrito donde reiteraban el ofrecimiento de un lote en Jocolí para relocalizarlos ante el conflicto legal. En el mismo escrito, se detallaba la situación de "alta vulnerabilidad social, económica, situaciones de salud en el grupo familiar (discapacidad)" -y se aclaraba que "la Dirección de Desarrollo Social del municipio de Godoy Cruz se comprometía a brindar asistencia con materiales para construcción de vivienda", dado que la familia es oriunda de ese departamento y Angulo tiene domicilio legal allí.
El punto que desató el más reciente conflicto de este jueves por la mañana puede leerse en la misma acta, en uno de los extractos que había sido escrito en computadora y se había llevado impreso para que la familia firmara.
"Cabe destacar que sobre el terreno (NdA: el ofrecido en Jocolí) no se permite la tenencia de animales y los señores Ferreira Yesica y Angulo Alberto se comprometen a dar cumplimiento a dicha normativa".
Fue esta oración la que desencadenó en la negativa de la familia a firmar y aceptar la propuesta.
"Les dije que no es que no me interesaba irme, que si esas eran las condiciones prefería quedarme en la calle con mis animales y mis hijos antes que irme sin los animales. Prefiero cuidar a mi hijo y su salud", destacó Angulo, quien -de buena fe- invirtió el dinero de una indemnización para adquirir el terreno a dos personas (padre e hijo).
Crisis, huida y golpe accidental
Según describió Alberto Angulo, mientras hablaba por teléfono con los emisarios de la comuna, fue que su hijo sufrió una de sus crisis.
"Él es un niño súper bueno, que no hace nada. Pero en crisis, tiene mucha fuerza y velocidad", aclara.
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Reunión con denunciados por usurpar tierras de Abel Pintos terminó con un niño en crisis y una mujer golpeada. Foto: Gentileza
Al tomar conocimiento de que la propuesta de relocalización incluía dejar a sus animales, el adolescente salió corriendo gritando que no quería irse sin ellos. Y, detrás de él, salió corriendo su madre, acompañada y asistida por los enviados de la Municipalidad. Los primeros segundos de la crisis quedaron grabados por una cámara de seguridad que tiene la familia.
En el acta, en el apartado escrito a mano y antes de describir el episodio de la crisis, se detalla que Yésica no acepta la propuesta al alegar que "no se preocupan por la salud emocional y mental de nuestros hijos, ya que los animales (caballos) son terapia para nuestros hijos, según consideración de profesionales de salud mental (psicólogos - psiquiatras)". En ese mismo fragmento se agrega que la mujer "manifiesta que la salud de sus hijos se encuentra vinculada a la tenencia de animales (dos caballos, nueve gallinas, cuatro perros, tres patos y un conejo), siendo para ellos imprescindibles". Acto seguido, se describe el episodio de la crisis y la fuga del adolescente.
“Ellos vieron lo que pasó, estaban presentes y saben que no es un capricho. Lo único que pido es que nos dejen irnos con los animales, es la terapia de mis hijos. El Pirata, la Pezuña (caballos) y el gallo Pipi son todo para ellos", cerró Angulo.