26 de octubre de 2025 - 19:26

El pájaro cardenal copete rojo visitará el jardín de casa si junta dos plantas coloridas en verano

Hay 2 especies que, además de crear un colorido perfecto para el jardín, también invitan a uno de los pájaros más vistosos del país a visitar el hogar.

En los meses más cálidos, los jardines se llenan de movimiento y canto, pero pocos saben que existen plantas capaces de atraer al cardenal copete rojo, uno de los pájaros más admirados de Argentina. Estas especies son fáciles de cuidar y crean un entorno perfecto para que el ave encuentre alimento y refugio.

Lo más interesante es que ambas florecen con fuerza en verano y aportan belleza visual mientras ayudan al equilibrio natural. Quienes las cultivan notan rápidamente cómo el cardenal comienza a acercarse al jardín, atraído por los colores intensos y los frutos que estas plantas ofrecen.

cardenal copete rojo
La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

El girasol: un imán natural para las aves

El girasol (Helianthus annuus) es una de las plantas más efectivas para atraer cardenales.

  • Sus semillas son una fuente de alimento rica en grasas y proteínas, muy apreciada por estas aves durante los meses de calor.
  • Además, su altura y sus grandes flores amarillas se convierten en un punto de referencia dentro del jardín, ideal para que las aves se posen y busquen alimento.
  • En Argentina, el girasol florece coincidiendo con la temporada en la que los cardenales están más activos.
  • Sembrar girasoles en zonas soleadas y con riego moderado favorece su crecimiento y garantiza una producción constante de semillas.

Según el portal de biodiversidad del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), los girasoles son esenciales para mantener poblaciones de aves granívoras, ya que aportan nutrientes naturales sin necesidad de suplementos artificiales.

Además de atraer cardenales, también invitan a jilgueros y cabecitas negras, lo que convierte al jardín en un verdadero santuario de aves locales.

Son fáciles de cultivar, no requieren fertilizantes químicos y toleran bien el sol directo, lo que los vuelve ideales para cualquier tipo de espacio exterior.

cardenal copete rojo
La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

El saúco, refugio y alimento para el cardenal

El saúco (Sambucus nigra) es otra especie fundamental para quienes desean atraer cardenales copete rojo.

  • Esta planta produce racimos de flores blancas y, más tarde, frutos oscuros y dulces que sirven de alimento para numerosas aves.
  • Su estructura frondosa también les brinda sombra y protección, creando un hábitat perfecto para el descanso.
  • En Argentina, el saúco crece bien en zonas templadas y húmedas, preferiblemente en suelos fértiles con buen drenaje.
  • Es una planta resistente que no necesita fertilizantes y se adapta con facilidad a distintos tipos de clima.
  • Su fruto, además de alimentar aves, puede aprovecharse en casa para preparar mermeladas o jarabes naturales.

Las especies nativas y frutales como el saúco cumplen un rol clave en la conservación de aves autóctonas, ya que ofrecen refugio y alimento en épocas donde escasean los recursos. Plantar saúco crea un colorido poco visto en el entorno, pero también favorece la biodiversidad local, contribuyendo a mantener un equilibrio ecológico esencial.

cardenal copete rojo
La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

La presencia de este pájaro puede convertir cualquier rincón en un refugio natural lleno de vida y sonidos.

El girasol y el saúco son dos especies de plantas imprescindibles para atraer aves como los cardenales. Ambas plantas combinan belleza, facilidad de cultivo y una función ecológica que las hace únicas. Con solo incorporarlas al espacio verde, es posible disfrutar del vuelo y el canto de estas aves de copete rojo, que transforman cualquier rincón en un pequeño espacio natural durante el verano.

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