En muchos hogares argentinos, especialmente en aquellos donde hay parrilla, se genera un residuo que suele descartarse después de cada asado. Sin embargo, ese material tiene un valor inesperado para el jardín, en particular para las plantas de origen mediterráneo.
Bien utilizada, la ceniza de madera puede transformarse en un fertilizante natural que mejora el desarrollo, la floración y la resistencia de especies como lavandas, romero, salvia y otras aromáticas adaptadas a suelos pobres y bien drenados.
ceniza del asado
Uno de los principales beneficios de este fertilizante natural es su contenido de potasio, un mineral indispensable para la formación de flores, el fortalecimiento de los tallos y la regulación del uso del agua dentro de la planta.
En lavandas y romeros, por ejemplo, el potasio contribuye a un follaje más firme y aromático, mientras que en salvias favorece una floración más pareja y prolongada. Además, la ceniza contiene calcio y otros minerales que mejoran la estructura del suelo y reducen la compactación.
Cómo usar el fertilizante correctamente
La aplicación siempre debe ser moderada. Puede espolvorearse una pequeña cantidad alrededor de la base de la planta y luego incorporarse suavemente al suelo.
En macetas, conviene mezclarla previamente con el sustrato o usar dosis mínimas para evitar un exceso de alcalinidad. Una o dos aplicaciones por temporada suelen ser suficientes para notar resultados.
ceniza como fertilizante
Elementos necesarios para el fertilizante casero
Ceniza de madera natural (proveniente de leña, sin carbón, pinturas ni barnices)
Colador fino o tamiz
Recipiente seco con tapa para guardarla
Guantes de jardinería (opcional)
Pala chica o rastrillo de mano
Paso a paso para preparar y usar la ceniza como fertilizante
Dejar enfriar completamente la ceniza después de la combustión
Colarla para eliminar restos grandes de carbón o impurezas
Guardarla en un recipiente seco, lejos de la humedad
Espolvorear una pequeña cantidad alrededor de la base de la planta
Incorporarla suavemente al suelo superficial, sin tocar directamente el tallo
Regar de manera ligera para ayudar a que los minerales se integren al sustrato
Repetir la aplicación solo una o dos veces por temporada