Llegar a la noche con hambre y pocas ganas de cocinar es algo que le pasa a todos y el problema es que muchas veces se eligen opciones rápidas pero poco saludables, como delivery o un sándwich improvisado. Para esos momentos, la mejor opción para la cena es un pastel de brócoli.
Esta es una cena saludable, llena de sabor y súper práctica, que podés preparar en minutos y que incluso te dura varios días en la heladera. La clave está en aprovechar ingredientes básicos y combinarlos de una forma diferente.
Con brócoli, huevos, un poco de queso y algunas verduras, vas a lograr un plato completo, liviano y muy nutritivo. Es una opción perfecta para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al gusto, y además es ideal para toda la familia.
Lo mejor de esta receta es que rinde para varias porciones y, si la guardás en un tupper bien tapado, te dura tranquilamente en la heladera. Eso significa que podés cocinar una vez y tener la cena o incluso el almuerzo del día siguiente ya lista.
Además, es una receta que podés adaptar a lo que tengas en la heladera. Si no tenés tomate, podés reemplazarlo por morrón; si te gusta el zapallito, también queda espectacular. Y para quienes disfrutan de un toque más sabroso, un poco de queso extra o unas hierbas frescas le suman mucho sabor.