26 de junio de 2025 - 18:15

Cómo hacer unas galletas saladas y crujientes para el mate con pocos ingredientes que tenés en casa

Estas galletitas son ideales para acompañar unos mates, dulces o amargos, pero también van muy bien en una picada o como snack.

Las galletas integrales son de esas recetas que te salvan al momento de la merienda porque son crocantes, llenadoras, súper fáciles de hacer y podés prepararlas con ingredientes que probablemente ya tenés en casa. Para hacerlas, no necesitás amasar ni mucho menos técnicas complicadas.

Estas galletitas son ideales para acompañar unos mates a la mañana, sumarlas a una picada distinta o como snack saludable para llevar en la mochila. Y lo mejor de todo es que son versátiles, podés adaptar las harinas según lo que tengas o lo que uses en tu dieta, elegir las semillas que más te gusten, e incluso sumar hierbas secas o especias si querés darles un toque más gourmet.

La textura final es ligeramente crujiente, pero si te gustan más blanditas, podés simplemente hacerlas un poco más gruesas o cocinar menos tiempo. También son una gran excusa para aprovechar esas harinas que compraste con toda la intención de comer más sano y quedaron en la alacena.

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Ingredientes para hacer las mejores galletas integrales

  • 1 taza de harina integral (aproximadamente 120 g)
  • ½ taza de harina de avena (podés reemplazar por harina común 0000, de almendras o arroz)
  • 1 cucharadita colmada de polvo de hornear
  • 3 cucharadas soperas de aceite (puede ser de girasol, maíz, oliva o el que uses)
  • 1 pizca de sal
  • 4 a 5 cucharadas soperas de mix de semillas (lino, girasol, zapallo, chía... lo que tengas)
  • ½ taza de agua, aproximadamente (ir agregando de a poco)

El paso a paso para hacer galletitas saladas para acompañar el mate

  1. En un bowl amplio, colocá la harina integral, la harina de avena, el polvo de hornear, la sal y las semillas. Mezclá bien para que se integren.
  2. Incorporá las cucharadas de aceite y empezá a integrar con un tenedor o las manos. Esto le va a dar la textura crocante típica de estas galletitas.
  3. Agregá el agua de a cucharadas mientras mezclás, hasta formar una masa que no se pegue en las manos. La cantidad exacta puede variar según el tipo de harina, así que hacelo con paciencia. La masa debe quedar firme pero maleable.
  4. Sobre la mesada, estirá la masa del grosor que más te guste. Tené en cuenta que crecen un poquito en el horno, así que si las querés bien crocantes, hacelas más finitas.
  5. Cortalas con cuchillo en tiras y después en cuadrados o rectángulos.
  6. Colocá los cuadraditos en una placa aceitada o con papel manteca, dejando un pequeño espacio entre cada uno. Llevá a horno precalentado a temperatura media (180°C) por 25 a 30 minutos, o hasta que estén doraditas. Revisalas a partir de los 20 minutos para que no se pasen, ya que cada horno es un mundo.
  7. Dejalas enfriar sobre una rejilla para que terminen de endurecerse y no se humedezcan. Guardalas en un frasco hermético y te duran varios días.
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