El cheesecake exprés es de esas recetas que que parecen magia: con pocos ingredientes, cero complicación y lista en menos de cinco minutos gracias al microondas. Para hacerlo no o hace falta prender el horno, es una versión suave, cremosa, con sabor a cheesecake clásico y perfecta para cuando querés algo dulce.
Además, es ideal para quienes viven solos, para una merienda improvisada o para sorprender sin esfuerzo. La textura queda firme pero tierna, y podés personalizarla con toppings: mermelada de frutos rojos, dulce sin azúcar, fruta fresca, un toque de limón o lo que tengas a mano.
Este cheesecake es la prueba de que no hace falta tiempo ni complicaciones para disfrutar algo rico y casero. Es cremoso, liviano, personalizable y perfecto para sacarte el antojo dulce en cuestión de minuto