Aprovechando la temporada de damascos, hacé tu propia mermelada casera en pocos pasos

Esta fruta es tan dulce que casi no necesita ingredientes para que la mermelada quede deliciosa en poco tiempo.

Aprovechando la temporada de damascos, hacé tu propia mermelada casera en pocos pasos
Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.

Hemos estado tantas semanas disfrutando de la fruta de verano, que corremos el riesgo de desperdiciar la oportunidad para preparar deliciosas mermeladas. Aprovechando que tenemos damascos en el mercado (o en tu casa), jugosos, dulces y muy aromáticos, es el momento de convertirlos en una conserva para disfrutarla durante los próximos meses.

Una ventaja de hacer mermelada casera de damasco en plena temporada de esta fruta es que podemos usar un bajo porcentaje de azúcar. Con buena materia prima no hace falta mucho más para conseguir resultados de primera categoría.

Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.
Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.

Recordemos que el azúcar no solo endulza, también actúa como conservante y espesante, por lo que si reducimos su contenido siempre hay que cuidar al máximo la esterilización y conservación de los frascos.

Hay que señalar que los damascos no tienen una gran cantidad de pectina, por lo que es útil recurrir a gelificantes especiales, pectina en polvo o, directamente, azúcar para mermeladas.

Ingredientes

Estos son para aproximadamente 5 frascos del tamaño estandar de dulces.

  • 1 kilo de damascos.
  • 500 gramos de ázúcar.
  • 15 ml de jugo de limón.
  • Gelificante para mermeladas o pectina (opcional).
Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.
Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.

Paso a paso para hacer mermelada de damasco

1-  lavar, pelar y trocear los damascos, retirando el carozo, procurando no desperdiciar nada de pulpa.

2- Colocar en una olla grande, preferiblemente de fondo grueso, y añadir el azúcar. Remover bien y dejar unos 10 minutos para que el azúcar se empiece a disolver con los jugos de la fruta.

3- Añadir el jugo de limón, remover y poner al fuego. Colocar un plato pequeño en el congelador para comprobar después el punto de espesor.

4- Llevar a ebullición, bajar la temperatura y mantener una cocción suave. Remover constantemente con suavidad, retirando la espuma que pueda salir. Continuar cociendo unos 40 minutos -dependerá del punto de los damascos y la potencia del fuego-.

5- Cuando estén muy tiernos y casi deshechos, triturar si se desea con una minipimer, dejando trozos de fruta más enteros al gusto. Probar el punto echando una cucharadita en el plato congelado; pasados unos segundos debería estar espesa. Devolver al fuego si fuera necesario para cocer y reducir unos minutos más.

6- Envasar según el método habitual que sigamos en casa.

TIP: Si queremos conservar los tarros durante meses en la despensa tendremos que volver a esterilizarlos una vez llenos hirviéndolos en agua durante unos 30 minutos, procurando que haya hecho efecto vacío.

Esta receta  sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.
Esta receta sirve para hacer uso de la fruta de la temorada.

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