El presidente Javier Milei habló este jueves en una cadena nacional grabada desde la Casa Rosada para defender los vetos al aumento de las jubilaciones y a la emergencia en discapacidad. En un discurso de fuerte tono político y económico, el mandatario ratificó el déficit cero como “piedra angular” de su gestión, criticó duramente a la oposición y adelantó nuevos pasos en materia fiscal. “Mi objetivo es hacer el bien, a costo de que me acusen de hacer el mal”, afirmó Milei, justificando su decisión.
Durante el mensaje, Milei anunció que el lunes firmará una instrucción al Ministerio de Economía para impedir que el Tesoro financie el gasto primario con emisión monetaria: “El Tesoro no podrá solicitar dinero prestado al Banco Central para financiar su gasto”.
También adelantó que enviará al Congreso un proyecto de ley para penalizar la aprobación de gastos nacionales que generen déficit fiscal.“No podemos repetir las mismas recetas que nos llevaron al fracaso. La única manera de crecer es con orden fiscal y monetario. No existen atajos en la economía”, remarcó.
En su discurso, Milei cuestionó a los legisladores que impulsaron las leyes vetadas:“Usando causas nobles promulgan leyes que llevan a la quiebra a la Nación. Cuando no hay plata, esas normas no son más que un engaño por parte de la política”.
Además, acusó al Congreso de “redoblar esfuerzos de sabotaje y destrucción” y lanzó:“El gobernante cobarde es capaz de prender fuego a su propio país con tal de gobernar sobre sus cenizas”.
El Presidente sostuvo que la oposición busca volver al poder “a cualquier costo” y agregó: “Deberán ganarse la vida honestamente en el sector privado”.
Milei advirtió que vetará también el financiamiento universitario y el incremento de fondos para el Hospital Garrahan —ambos con media sanción en Diputados— si se convierten en ley.
La disputa por las jubilaciones y la emergencia en discapacidad se convirtió en un nuevo frente de batalla para el oficialismo en plena campaña electoral. Según el Gobierno, las leyes vetadas implicarían un gasto extra de más de siete billones de pesos en 2025 y de 17 billones en 2026, sin fuentes de financiamiento claras ni respaldo técnico que garantice su viabilidad.