La elección que se avecina polarizada entre la Libertad Avanza (LLA) y el peronismo para elegir 127 diputados de la Cámara de Diputados implica que en la próxima renovación parlamentaria habrá una fuerte paridad entre las dos primeras fuerzas políticas y la reducción notoria de los denominados bloques “del medio o dialoguistas”.
Será la finalización de la división en tercios de la cámara y la reedición de la extrema paridad que existió entre el 2021 y 2023 entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
La nueva coalición oficialista pondrá en juego el 30 por ciento de las 127 bancas de la Cámara de Diputados que estarán en juego en las elecciones del 26 de octubre, donde aspira a duplicar la cantidad de legisladores que hoy tiene en este cuerpo legislativo.
Fuentes parlamentarias señalaron a la Agencia Noticias Argentinas que la expectativa es poder tener un bloque o interbloque de unos 80 legisladores, y esperan poder alcanzar con los frentes electorales que armaron en los principales distritos del país con el PRO y la UCR.
Eso le permitirá tener un bloque más numeroso, aunque seguirá estando lejos del quórum propio de 129 diputados, ya que para conseguir ese objetivo debe por lo menos ganar dos o tres elecciones.
LLA alcanzó un acuerdo con los gobernadores de la UCR de Chaco y Mendoza, Leandro Zdero y Alfredo Cornejo, respectivamente; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macrí, y formalizó frentes en provincia de Buenos Aires y el distrito porteño con el macrismo, y con el Frente Cívico en Córdoba.
El interbloque de LLA pone en juego 9 bancadas propias, una de CREO y tres de los radicales con “peluca”, y el PRO arriesga 20 de sus 35 legisladores.
A eso se suma que concluyen su mandato otros aliados firmes del oficialismo, como el fueguino Ricardo Garramuño y el ex PRO Gabriel Chumpitaz.
También concluyen en diciembre los radicales de Entre Rios Atilio Benedetti, que responde a Rogelio Frigerio; la radical Pamela Verasay, con terminal en Cornejo.
El bloque de Unión por la Patria (UxP), que tiene 98 legisladores, pondrá en juego el 45 por ciento de sus bancas y si bien cree que sufrirá reducción, espera mantener la primera minoría en la Cámara de Diputados.
En este contexto es probable que Fuerza Patria -tal el nuevo nombre- mantenga seguramente su condición de primera tendrá una base de 52 legisladores, dado que realizó una gran elección en octubre cuando recuperó bancas perdidas en el 2021.
El peronismo cree que no será fácil mantener las 46 bancas que ponen en juego pero sí conseguir unos 40 si logra hacer una buena elección en provincia de Buenos Aires y el distrito porteño, y si mantiene las dos bancas que renueva en Santa Fe y puede sumar otra.
También apuesta que las provincias gobernadas por el peronismo puedan mantener las bancas que pongan en juego.
En cambio, tendrán reducción de los dos bloques de la UCR, que de 26 legisladores solo tienen mandato hasta el 2027; tres de Democracia para Siempre y otros tres de la UCR.
Las expectativas de la UCR son muy pocas dado que los mandatarios de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Jujuy, Carlos Sadir, decidieron armar con los gobernadores de Córdoba Martín Llayora; de Chubut, Ignacio Torres, y de Santa Cruz, Claudio Vidal, una nueva fuerza denominada Provincias Unidas.
Ese nuevo espacio espera convertirse en el arbitro de la nueva cámara polarizada y espera tener una treintena de legisladores, ya que tendrá una base de 11 legisladores con mandato hasta el 2027, de los cuales 7 corresponden a Encuentro Federal y uno a Santa Cruz, y otro a Jujuy, a los que sumarán otros dos radicales.
Por Silvia Rajcher - Noticias de Argentinas