El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, pasó un mal momento este jueves cuando fue abucheado por el público en la Feria Internacional del Libro, celebrada en Buenos Aires.
Leonardo Cifelli brindó un discurso alabando al Presidente, lo que generó malestar por el tono partidario y los recortes en el área.
En la Feria del Libro, abuchearon al secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, por el ajuste de Milei
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Captura de video El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, pasó un mal momento este jueves cuando fue abucheado por el público en la Feria Internacional del Libro, celebrada en Buenos Aires.
Su discurso, cargado de definiciones políticas, generó reacciones divididas en el auditorio: aplausos aislados, abucheos sostenidos y hasta gritos de “¡mentira!” cuando enumeró políticas culturales del ajuste de Javier Milei.
"La política partidaria no debe intervenir en la cultura", dijo el funcionario.
Cifelli habló en nombre de una gestión que, según dijo, apuesta por “una cultura libre y sin orientación ideológica”, que justo dejaba elogios a Milei. Celebró el “clima de diálogo” que -afirmó- propone el nuevo presidente de la Fundación El Libro, Christian Rainone, a quien destacó por su decisión de “dejar atrás el tono politizado y confrontativo de ediciones anteriores”.
No evitó el tema más incómodo: el recorte presupuestario. Recordó que en 2024 su cartera decidió no tener stand en el predio de La Rural, rompiendo una tradición de décadas. Lo justificó como un gesto de austeridad: “Era un stand netamente publicitario que no aportaba al sector editorial y significaba un gasto de la plata de todos los argentinos”.
Insistió con los recortes: “Le pusimos fin a varios programas de subsidios que no contaban con las rendiciones de cuentas que debían estar”. Y remarcó que la Secretaría de Cultura hoy trabaja “codo a codo con el sector privado”.
Incluso se animó a subirse al discurso económico de Milei. Mencionó la baja de la inflación y la reciente salida del cepo cambiario. “¿Lo sacaron ustedes el cepo o lo sacó Milei?”, lanzó a modo de réplica a quienes lo abucheaban desde el público.
Cerró con un llamado a no perder de vista la desigualdad, que habla de una deuda justamente de su área: “Más del 30% del país no puede acceder a la lectura como pasatiempo. Por eso, en el año de la reconstrucción, les pido que leer no sea un privilegio de pocos”.