De visita por Mendoza, Fernando “Chino” Navarro le hizo un pase de facturas a Suárez

El funcionario nacional apuntó contra el gobernador radical por no concurrir al acto que encabezó el presidente Alberto Fernández días atrás en esa provincia. “Se dejó ganar por su enojo electoral”, dijo el también referente del Movimiento Evita.

De visita por Mendoza, Fernando “Chino” Navarro le hizo un pase de facturas a Suárez.
De visita por Mendoza, Fernando “Chino” Navarro le hizo un pase de facturas a Suárez.

El secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Desarrollo Comunitario de la Jefatura de Gabinete del gobierno nacional, Fernando “Chino” Navarro, aprovechó su visita oficial a la provincia de Mendoza para cuestionar al gobernador local, Rodolfo Suárez, por el desplante que le hizo al presidente Alberto Fernández.

“Suárez no se puede enojar y no ir a un acto público como lo hizo cuando el presidente de la Nación vino a Mendoza. Suárez se dejó ganar por su enojo electoral y no entiende que cuando uno ocupa responsabilidades institucionales la sociedad no nos elige para que nos enojemos sino para que resolvamos los problemas de los vecinos”, apuntó el funcionario nacional y referente del Movimiento Evita, en referencia al acto que el primer mandatario encabezó a mediados de enero en el departamento de Lavalle.

Navarro así lo expresó durante una entrevista con este medio, en la que también habló sobre la interna en el Frente de Todos y ponderó su buena relación con el intendente radical de Malargüe, Juan Manuel Ojeda.

La entrevista completa:

-¿Qué balance hace de su visita a Mendoza?

-El balance fue positivo. Vine a Malargüe porque estamos financiando desde el gobierno nacional de Alberto Fernández proyectos para financiar la producción caprina. Mendoza tiene alrededor de 700 mil cabezas de caprinos y Malargüe es la región más potente en esa producción, hay cerca de 1500 familias en Malargüe que trabajan con el caprino, de condición social muy humilde. Y el proyecto implica una inversión de más 300 millones de pesos es un aporte no reembolsable desarrollado conjuntamente con el intendente de Malargüe. El proyecto tiene por finalidad ampliar el frigorífico que opera acá para que tenga mayor capacidad de frío en alrededor de un 300%, entre otras cuestiones. Este proyecto lo ideó la ex vicegobernadora Laura Montero. Yo la conocía por referencia pero quedé impactado por su compromiso. Si todo va bien esto va a implicar generar 100 puestos de trabajo en la región y terminaríamos exportando, lo cual generaría además del ingreso de divisas una mejora considerable en el ingreso de los productores caprinos. Esto no es un anuncio, ya se está trabajando y, si todo va bien, en tres o cuatro meses estaría terminado.

-¿Cómo es la relación con el intendente Ojeda?

-Me gratifica porque el intendente Ojeda es un intendente radical y esto demuestra que en el gobierno nacional, en el Frente de Todos, podemos trabajar sin ningún inconveniente con intendentes de otro color partidario. Ojeda lo ha entendido.

-Pero con el gobernador Suárez no hubo un encuentro durante este viaje...

-No me encontré pero yo quiero felicitar a Ojeda porque públicamente me invitó a subir al escenario con él en la Fiesta Nacional del Chivito, aclarando que yo era un funcionario del gobierno nacional y él un intendente alineado con el oficialismo provincial. Esas son las cosas que a mi me dan fuerza, que demuestran que los argentinos estamos en condiciones de poder dialogar y trabajar de forma conjunta a pesar de las diferencias. El gobernador Suárez debería aprender del intendente de Malargüe porque no se puede enojar y no ir a un acto público como lo hizo cuando el presidente de la Nación vino a Mendoza. Suárez se dejó ganar por su enojo electoral y no entiende que cuando uno ocupa responsabilidades institucionales la sociedad no nos elige para que nos enojemos sino para que resolvamos los problemas de los vecinos.

-¿Qué está pasando en el Frente de Todos? ¿Qué lectura hace sobre los últimos cruces?

-No lo digo para minimizar pero en Argentina hay una crisis política, que también es regional y mundial. Si uno ve el debate de Maslatón con Milei en la derecha, o los debates que hay en la izquierda, o la pelea entre Larreta y Bullrich, uno se da cuenta que no es un tema del Frente de Todos. Pero nosotros somos gobierno y nuestras peleas son más preocupantes. No me molesta el debate público de cara a la sociedad en la medida que no personificamos, que no agraviemos, que no descalifiquemos porque la tarea del gobierno de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner es mejorarle la vida a los argentinos. Nosotros tenemos la obligación, además de tener candidatos, programas y de la lógica puja interna de los sectores, la prioridad tiene que ser servir a los argentinos para bajar la inflación, para mejorar el poder adquisitivo del salario. Es fundamental no enojarnos como se enojó el gobernador Suárez. Si uno se enoja tiene que irse al fondo del patio y gritar sin que lo escuche nadie.

-¿A qué asocia los reiterados ataques que recibe el Presidente desde sectores kirchneristas?

-Los ataques van y vienen. Todos somos parte de la misma crisis. No me gusta personalizar, creo en los problemas colectivos. No creo que sean individuales porque un jugador te puede hacer perder o ganar un partido, pero un campeonato depende de un equipo, de todo un proceso más complejo. Creo que pasa porque cometimos algunos errores: armamos la coalición para derrotar a Macri porque entendíamos que si reelegía iba a ser muy grave para los argentinos, incluso después de las Paso su discurso de odio y muy descalificador creo que fue lo que más daño le hizo a la Argentina, más que el endeudamiento irresponsable que tomó con el Fondo y el aumento de la pobreza y de la inflación. Entonces nosotros pusimos todo el empeño para ganarle a Macri y no discutimos gestiones que tienen que ver con la gestión.

-¿La mesa política servirá para pacificar los debates internos?

-Primero, mesa política hubo siempre, me acuerdo que se reunían en Olivos, y después hubo una interrupción. Después, no hay que pacificar porque vivimos en una sociedad pacífica gracias a Dios.

-Me refiero a resolver las cuestiones puertas adentro

-Acá los dirigentes tendremos que actuar con la responsabilidad de entender que acá no importa qué pienso yo de Fernández, de Massa, de la CGT, del Movimiento Evita. Lo que importa es lo que hacemos para bajar la inflación, para generar más trabajo y para aumentar el poder adquisitivo del salario. Pensando en el bien común el debate va a ser un poco más inteligente, más racional.

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