Los Andes en Chile: una multitud acompañó a Gabriel Boric en su primer discurso oficial en La Moneda

El izquierdista juró como nuevo presidente de Chile con la promesa de impulsar mejoras sociales y se reflejó en sus palabras. Miles de manifestantes apoyaron con banderas y pancartas el inicio de su gestión.

Una multitud acompañó a Gabriel Boric en su llegada a La Moneda
Una multitud acompañó a Gabriel Boric en su llegada a La Moneda

El izquierdista Gabriel Boric juró como nuevo presidente de Chile con la promesa de impulsar mejoras sociales y disminuir la desigualdad de la mano de un gabinete en el que predominan las mujeres.

Pasadas las 19.30 dio su primer discurso oficial y afuera de La Moneda, con una zona vallada por seguridad, acompañó una multitud que fue vitoreando los puntos altos del discurso, que concluyó cerca de las 20.30.

Gabriel Boric dio su primer discurso oficial desde un balcón de La Moneda ante una multitud.
Gabriel Boric dio su primer discurso oficial desde un balcón de La Moneda ante una multitud.

Mucha gente había comenzado a llegar durante la tarde al lugar a la espera de la palabra del flamante presidente y con las expectativas puestas en sus principales anuncios. Habían pancartas de apoyo y banderas desde diferentes agrupaciones y colectivos sociales, que marcaron quienes son los incondicionales que tiene Boric para iniciar su gestión.

Tras el acto, la masa de gente se dispersó de forma pacífica. Sin embargo, cerca de allí se registraron algunos disturbios que fueron frenados por las fuerzas de seguridad pero que obligó a cerrar la estación de metro Universidad Católica.

Previa del discurso

Desde temprano comenzó a llegar gente al lugar y de a poco se fue poblando. Algunos traían con banderas y pancartas y se reunieron sobre la avenida Bernardo O’Higgins, una de las principales arterias de Santiago de Chile.

Boric, que con 36 años se convirtió en el presidente más joven de Chile, también estuvo acompañado de varios exlíderes estudiantiles que, como él, surgieron de las protestas callejeras de 2011 y 2012. Antes de prestar juramento en el salón de honor del Congreso en el puerto de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste de la capital chilena, compartió un desayuno con dirigentes sociales en el vecino Palacio de Cerro Castillo, mientras los miembros del nuevo Parlamento juraron en sus cargos.

Más tarde se formalizará el nombramiento de las 14 mujeres y 10 hombres que integran su gabinete, con el que buscará inaugurar lo que ha denominado un “gobierno feminista’'. Ya convertido en el nuevo presidente para el período 2022-2026, Boric y la primera dama Irina Karamanos ofrecerán una recepción a los invitados al cambio de mando para regresar al atardecer a la sede de gobierno en Santiago, desde donde dirigirá un tradicional mensaje a los chilenos.

Los Andes, en la capital chilena para mostrar el “lado B” del histórico momento

Tras ganar la segunda vuelta presidencial de diciembre con un 56% de los votos ante el ultraderechista José Antonio Kast, Boric afirmó que “vamos a expandir los derechos sociales y lo haremos con responsabilidad fiscal”.

También advirtió que “los cambios los vamos a tener que hacer paso a paso, porque si no el riesgo de retroceder es demasiado grande’'.La nueva generación que llega al poder con Boric también prioriza las medidas medioambientales para hacer frente al cambio climático que azota fuerte al país sudamericano con extensas sequías y la desertificación de ciudades.

Su gobierno inicia en medio de un complejo panorama político y económico que incluye una inmigración descontrolada en la frontera norte y un histórico conflicto en el centro-sur, donde la violencia y los ataques se mezclan con demandas territoriales indígenas. Además, Chile enfrenta una inflación no vista en más de una década y el incremento en los precios internacionales del petróleo impactará en la bencina y en la cadena de suministros en un país que importa casi todo el crudo.

En el plano legislativo, su coalición electoral Apruebo Dignidad -formada por el izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista- es minoría en el Congreso, con 37 de los 155 diputados y cinco de 50 senadores, lo que lo llevó a nombrar en su gabinete y en otros cargos a militantes de la centroizquierda para obtener su apoyo en el Congreso. Sin embargo, aún le faltan tres votos para lograr la mayoría simple.

Boric, un reconocido partidario del diálogo, tendrá que buscar acuerdos para aprobar una reforma tributaria, que incluye más impuestos para los ricos, para recaudar un 5% del Producto Interno Bruto en cuatro años destinado a financiar algunas promesas de campaña como los cambios graduales a los sistemas de salud y de educación, pensiones universales para los adultos mayores, aumentos del salario mínimo y la creación de 500.000 empleos femeninos.

Su gobierno convivirá con una Convención Constituyente dominada por una mayoría de convencionales izquierdistas que debe proponer este año un borrador de una carta magna para reemplazar a la impuesta por el régimen militar de 1973 a 1990. La nueva constitución deberá ser ratificada luego en un plebiscito obligatorio y contenido social deberá implementar en proyectos de ley que deberán ser visados por el Congreso.

Analistas coinciden en que el gobierno de Boric partirá con muchas presiones populares y una ciudadanía más empoderada tras el estallido social de 2019 que podría no estar dispuesta a esperar por varios de los cambios prometidos, lo que puede llevar a una corta duración de la tradicional “luna de miel’' que suelen tener los mandatarios en los primeros meses de gobierno.

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