Un trágico episodio ocurrió durante la madrugada de este jueves en Las Heras. Un joven de 21 años murió presuntamente tras recibir un disparo accidental por parte de un amigo.
Tomás Alexander Cano ingresó durante la madrugada al hospital Carrillo de Las Heras con un tiro en el cuello y sin signos vitales. Su amigo, de 22 años, se quebró en la comisaria y aseguró que él disparó el arma pero que fue un accidente.
Un trágico episodio ocurrió durante la madrugada de este jueves en Las Heras. Un joven de 21 años murió presuntamente tras recibir un disparo accidental por parte de un amigo.
El hecho tuvo lugar alrededor de las 00.30 en una vivienda ubicada en calle Benjamín Matienzo al 2400. Según la información oficial, un llamado al 911 alertó que un individuo había sido herido de bala. Al arribar al domicilio, el personal policial fue informado de que la víctima ya había sido trasladada en un vehículo particular al Hospital Carrillo.
En el centro asistencial, Tomás Alexander Cano, de 21 años, ingresó sin signos vitales y con una herida de arma de fuego en el cuello, por lo que los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Posteriormente, un joven de 22 años identificado como L.M., quien se encontraba junto a la víctima al momento del hecho, fue trasladado a la comisaría para realizarle un guantelete (prueba de parafina para determinar si alguien ha disparado un arma de fuego). Durante la entrevista con los efectivos, se quebró y confesó que ambos estaban manipulando un arma de fuego en el interior del domicilio cuando, de manera accidental, se le escapó un disparo que impactó en Cano.
En la escena, los peritos secuestraron un arma calibre 9 mm, un frasco con una sustancia amarronada (presuntamente droga) y dinero en efectivo.
En el lugar trabajó personal de la Unidad Investigativa Departamental (UID), Policía Científica, la Policía de Cuerpos Especiales (PCN) y el ayudante fiscal de turno. La causa quedó en manos de la Justicia, que determinará las responsabilidades penales del autor del disparo.