22 de agosto de 2025 - 12:54

Palo y ropa con sangre, dinero y una trama de "okupas": claves del caso del hombre acusado de matar a su padre

El dinero es la principal pista de los investigadores en el caso del hombre sospechado por asesinar a su padre. El trasfondo y el episodio con "okupas".

Gustavo Fernando Olguín (56) llegó el lunes pasado a la Oficina Fiscal 9 (Guaymallén) para denunciar que había encontrado el cuerpo sin vida de su padre, Hugo Antonio Olguín (86) cuando había llegado aquella mañana a la casa de su progenitor. De hecho, el procedimiento que se encaró en ese momento correspondió con el de una muerte natural, todo a juzgar por los detalles del relato de Gustavo.

No obstante, y en un vuelco e 180°, en las últimas horas Gustavo Olguín, hijo de la víctima, fue detenido y, en el transcurso de las próximas horas, será imputado por homicidio agravado por el vínculo. Porque, al revisar el golpe en la cabeza de Olguín padre, se determinó que era extremadamente violento y no se condecía con una caída.

El robo fue denunciado en la Oficina Fiscal 9 de Guaymallén. / archivo
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Palo y ropa con sangre, dinero y una trama de "okupas": claves del caso del hombre acusado de matar a su padre

A ello se sumó que, en un allanamiento realizado en casa de Olguín (hijo) durante las últimas horas, los investigadores hallaron un palo y ropa, ambos objetos ensangrentados. De esta manera, Gustavo pasó de ser el denunciante de haber hallado sin vida a su padre a convertirse en el principal sospechoso por haberlo asesinado.

Entre las pistas que siguen los investigadores, el dinero es la más concreta. Por un lado, se cree que Gustavo (hijo) le cobraba un alquiler a Hugo (padre) para que viviera en la casa donde fue hallado muerto, y -aparentemente- el octogenario se había retrasado en el pago de la renta. Pero, además, hay otra pista que apunta a un juicio millonario que había cobrado hace ya un tiempo Hugo. En apariencia, Gustavo habría visto con muy buenos ojos quedarse con ese dinero.

Si a la historia -que recién está comenzando a reconstruirse por los investigadores cual rompecabezas- ya no le sobraran condimentos, la casa donde vivía y fue detenido Gustavo Olguín (allí se encontró la ropa y el palo con sangre) fue noticia en mayo.

Concretamente, porque pertenece a un conocido globonauta mendocino, quien en realidad la había alquilado al padre de Gustavo (Hugo, el fallecido). Pero, además, porque en la casa contigua -también propiedad del globonauta Eduardo Vaqués Correa- hace tres meses había ingresado a vivir un "okupa", con la anuencia del hoy detenido y sospechado de haber asesinado a su padre.

De denunciante a sospechoso de haber asesinado a su padre

Gustavo Fernando Olguín Núñez será imputado en las próximas horas por la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo. La acusación será homicidio agravado por el vínculo, ya que considera que hay prueba suficiente para considerar que fue él quien asesinó a su padre. De hecho, la versión apunta a que Olguín (hijo) montó toda una puesta en escena al denunciar el lunes que había hallado sin vida a su padre cuando llegó a verlo aquella mañana.

La casa donde vivía Hugo Antonio Olguín se encuentra en calle Pedro del Castillo al 3.900 (Villa Nueva, Guaymallén), a metros de la esquina con calle Victoria. Según su relato en la comisaría, Gustavo encontró a su padre tendido en el piso y sin vida. Contó que lo había encontrado con un golpe en la cabeza, infiriendo que se lo había dado al caer.

Familia Olguín
La esquina de la casa donde vivía Hugo Antonio Olguín.

La esquina de la casa donde vivía Hugo Antonio Olguín.

Pero cuando los investigadores confirmaron la magnitud del golpe, se despertaron las sospechas: era un golpe violento, dado con un objeto contundente. Así fue como llegaron allanaron la casa de Olguín (hijo), donde encontraron la ropa y el palo con sangre.

"Todavía no es una hipótesis, pero la principal pista del homicidio es la plata. Según se pudo averiguar, Gustavo Olguín le cobraba un alquiler a su padre, y él se había retrasado con algunas cuotas", destacó una fuente de la investigación a Los Andes.

"Hugo había cobrado un juicio importante y en dólares. Además, cobraba la pensión por viudez y una jubilación importante, ya que había trabajado como tesorero general de Telefónica Argentina", completaron a Los Andes desde el entorno de la víctima.

Todos estos detalles apuntan a la versión de que el hijo asesinó a su padre para quedarse con ese dinero.

Un hombre violento y la casa con "okupas"

La casa donde vivía Gustavo Olguín, y donde hallaron el palo y las prendas ensangrentadas, se ubica en calle Victoria. Más precisamente es a la vuelta de donde vivía Olguín (padre) y a 200 metros de la Municipalidad de Guaymallén. Esa casa y una contigua, ubicada en el mismo edificio, son propiedad del globonauta mendocino Eduardo Vaqués Correa,

En mayo de este año, ambas casas -donde vivía Gustavo y la que estaba al lado- fueron noticia por un episodio de usurpación. Y es que, entre fines de 2015 y comienzos de 2016, cuando Vaqués Correa se mudó a Ronda (España), el globonauta alquiló una de las casas al hoy difunto Hugo Antonio Olguín (conocido de la familia del globonauta).

Pero hace tres meses, los vecinos le avisaron al mendocino en España que la segunda casa del domicilio había sido usurpada por otras personas. A ese domicilio había ingresado toda una familia de okupas, y hasta le enviaron a Vaques Correa varias fotografías. Ello derivó en la internación del globonauta a raíz de una arritmia cardíaca y un pico de hipertensión.

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Ya en 2023, cuando el dueño de ambas casas viajó a Mendoza para unos trámites vinculados a su jubilación, se encontró con que la primera de las casas (la única que estaba en alquiler) ya no era habitada por Hugo Olguín, el inquilino con quien había acordado. En lugar de este hombre, se encontró con el hijo del "inquilino legal”, precisamente Gustavo Olguín, el hoy sospechado e imputado como el presunto autor del asesinato de su propio padre.

No obstante, la segunda casa de Vaqués Correa -ubicada en el mismo pasillo- permanecía cerrada, vacía y desocupada, sin siquiera ser ofrecida en alquiler. Ello fue hasta que el viernes 16 de mayo de este año, un vecino observó como otra persona violentaba y rompía una reja y la puerta de esa segunda casa, y se metía por la fuerza. Además, le contaron al mendocino en España que, desde hacía tiempo, en el lugar se veían movimientos raros y vinculados con la compra y venta de drogas en la zona.

El vínculo de los okupas con el acusado de asesinar a su padre

El 19 de mayo pasado, Los Andes publicó una nota referida al difícil momento de salud que atravesaba Eduardo Vaqués Correa en España tras tomar conocimiento de la usurpación de su casa. En esa misma nota, además, se sumaron las voces de algunos vecinos que relataron cómo se sucedieron los hechos luego de que avisaran a la policía.

Los uniformados se entrevistaron con Gustavo Olguín (hijo de quien era el inquilino legal de la casa que estaba en alquiler) y este hombre les contó que el denunciado como “okupa” en la casa de al lado -que nunca había estado en alquiler y a donde se habían metido a la fuerza- era su hijo (vendría a ser el nieto de Don Hugo). Además, les contó a los policías que había decidido hospedarlo en esa casa para que tuviera un lugar cuando lo visitara su familia.

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Eduardo Vaqués Correa, dueño de la casa donde vive Gustavo Olguín.

Eduardo Vaqués Correa, dueño de la casa donde vive Gustavo Olguín.

De acuerdo al relato de los vecinos hace tres meses, el propio Gustavo Olguín le había dicho al otro hombre -okupa y, supuestamente, su hijo- que podía ingresar en la casa de atrás, ya que no había nadie. Así fue como el usurpador forzó las rejas y la puerta del inmueble que jamás estuvo en alquiler.

Cuando la policía entrevistó a Gustavo Olguín, él reconoció que le había ofrecido a otra persona -a quien identificó como su hijo- que se quedará en esa casa. Entonces, los uniformados le advirtieron que no podía hacer eso porque esa segunda casa no estaba en alquiler. En pocas palabras, le dijeron a Gustavo Olguín que el otro hombre estaba cometiendo el delito de usurpación de inmueble.

La advertencia de la policía y la tensión y preocupación entre los vecinos derivó en que, días después de que se hiciera pública la historia, el usurpador se fuera de la casa. En cuanto a la casa que estaba en alquiler y que Vaqués Correa había acordado la renta con Hugo Olguín, allí siguió viviendo Gustavo.

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El acusado dejó de pagar el alquiler

Ya sin los okupas en la segunda casa y con Gustavo Olguín viviendo en la casa de calle Victoria, los problemas no dejaron de aflorar. Porque el hijo del hoy asesinado no cumplió con el pago de los meses de julio y agosto. Ante este incumplimiento, el apoderado de Vaqués Correa fue a verlos presencialmente y a pedirles que cumplieran.

No tengo plata. Y con lo que nos hizo Eduardo, ahora le toca aguantar”, habría sido la respuesta que el hoy detenido como sospechoso de asesinar a su propio padre le dio al emisario del globonauta. Y en clara alusión a la exposición mediática que tuvo la usurpación de la otra casa.

Legalmente hablando, al haber fallecido Hugo Antonio Olguín -inquilino en los papeles de la casa alquilada por Vaqués Correa- se extingue el contrato de alquiler de la única vivienda que había en alquiler. Así las cosas, Gustavo Olguín pasaría a ser un nuevo “okupa”.

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