El hombre de 32 años acusado de matar a golpes a su hijo recién nacido en Neuquén intentó quitarse la vida en su celda, pero fue rescatado a tiempo por personal penitenciario y trasladado de urgencia al hospital Castro Rendón. Permanece internado, estable y bajo custodia policial.
En las últimas horas, la Justicia lo imputó por el delito de homicidio agravado por el vínculo, en carácter de autor, y dispuso que continúe detenido con prisión preventiva.
La investigación
De acuerdo con la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, el crimen ocurrió el sábado pasado, entre las 6 y las 12.50, en la vivienda donde el acusado convivía con su pareja y otros hijos menores. Allí, según la acusación, le propinó “una gran cantidad de golpes de puño al bebé”, de apenas 39 días de vida.
El informe preliminar de la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense confirmó que la víctima falleció en el hospital de Centenario a raíz de traumatismos múltiples en todo el cuerpo, incluyendo lesiones en el cráneo y el abdomen.
“El conjunto de las agresiones tuvo suficiente entidad como para provocarle la muerte”, precisó el fiscal Andrés Azar durante la audiencia imputativa, en la que también participó la asistente letrada Carolina Gutiérrez.
La versión del acusado y la decisión judicial
El imputado sostuvo que la muerte de su hijo fue producto de un accidente, al caerse el bebé de sus brazos. Sin embargo, la fiscalía desestimó ese argumento y lo acusó formalmente de homicidio.
Por pedido del Ministerio Público Fiscal, la jueza interviniente resolvió que el hombre permanezca detenido con prisión preventiva, al considerar que existe riesgo de fuga, de entorpecimiento de la investigación y de afectar la integridad de los testigos.