Dos jóvenes de 24 años que fueron condenados por tentativa de homicidio deberán indemnizar con una suma millonaria a otro joven de la misma edad a quien golpearon brutalmente en la puerta de un boliche de Chacras de Coria hasta dejarlo inconsciente.
Los agresores fueron condenados a 3 años de prisión condicional por el delito de tentativa de homicidio en 2022 y ahora fueron sentenciados por la justicia civil.
Dos jóvenes de 24 años que fueron condenados por tentativa de homicidio deberán indemnizar con una suma millonaria a otro joven de la misma edad a quien golpearon brutalmente en la puerta de un boliche de Chacras de Coria hasta dejarlo inconsciente.
Tras permanecer dos meses en prisión, los agresores -Valentino Figueroa Monzur y Martin Said Torres Agüero- fueron condenados a 3 años de prisión condicional; en tanto que la víctima –Matías Q.- estuvo dos meses internado en el Hospital Central, donde fue operado por los golpes recibidos en la cabeza.
Tres años y medio después del hecho una sentencia civil del Tribunal de Gestión Asociada Primero determinó que los dos agresores indemnicen al joven agredido con la suma de $72.450.000, cifra que con los intereses llegaría a unos $83.000.000, aproximadamente.
El 23 de enero de 2022, la víctima que en ese momento tenía 21 años fue junto a su hermana y un amigo al boliche Waterloo, ubicado en Ruta Provincial 82, a la altura de 3400 de Chacras de Coria, Luján.
Tras pagar la entrada, consumió algunas bebidas, bailó y de divirtió como cualquiera de los concurrentes hasta que se encontró con Valentino Figueroa Monzur y Martin Said Torres Agüero que comenzaron a insultarlo y a golpearlo.
Ante la violencia de la agresión el joven intentó salir de la disco, pero antes de lograrlo fue interceptado por los dos agresores que comienzan a golpearlo nuevamente en la puerta de ingreso y siguen la golpiza en la vereda “ante la actitud pasiva de personal de seguridad del local que no intervinieron para detener la pelea”, según dice la demanda.
Lo cierto es que Figueroa y Torres siguieron dándole al joven golpes de puño y patadas en distintas partes de cuerpo y en la cabeza y no conformes con la situación, lo tomaron de los pelos y comenzar al golpear su cabeza contra el asfalto de la ruta 82 hasta dejarlo inconsciente.
Incluso después, siguieron golpeándolo hasta que personal policial de Diversión Nocturna que patrullaba por el lugar detectó la riña y detuvo a los dos sujetos.
El caso tuvo una investigación judicial: al día siguiente la fiscal de Homicidios Andrea Lazo imputó a los dos golpeadores por el delito de tentativa de homicidio, teniendo en cuenta la gravedad de hecho y las graves lesiones de la víctima.
En febrero de ese mismo año, Figueroa y Torres reconocieron ser autores de la agresión y se declararon culpables en un juicio abreviado y el Segundo Juzgado Penal Colegiado, a cargo del juez Diego Flamant, los condenó a 3 años de prisión en la modalidad condicional, por lo que quedaron en libertad.
Recién dos días después de que se dictara la condena, el joven agredido recibió el alta médica, después de dos meses de internación que había comenzado tras la golpiza en terapia intensiva del hospital Central, con un diagnóstico de politraumatismo con perdida de conocimiento. Un TAC de cerebro detectó “fractura de escama occipital derecha, hematoma subdural agudo frontotemporoparietal izquierdo, con discreto efecto de masa, línea media desviada hacia derecha, borramiento parcial de cisternas y surcos, y colapso parcial del sistema ventricular izquierdo.”
La gravedad del cuadro ameritó una cirugía de urgencia para evacuar de hematoma subdural agudo izquierdo. Permaneció internado por 16 días, para luego completar su tratamiento y control en sala de clínica.
Tras obtener el alta, debió continuar control por consultorio externo de kinesiología, neurología, fonoaudiología y clínica médica. En abril, se le realizó craneoplastía, alta médica y control por consultorio externo de neurología.
Tras recuperarse, el joven inició una demanda civil contra el dueño del boliche y contra los dos condenados, reclamando los siguientes rubros: por incapacidad sobreviniente (63%) y como remuneración Salario Mínimo, Vital y Móvil por la suma de $54.294.012,12; en concepto de Daño Moral, la suma de $2.651.487 y por gastos médico-farmacológicos la suma de $600.000.
El responsable del local de diversión rechazó el reclamo indicando que no había ninguna prueba que indicara que la pelea se había iniciado dentro del local. Por otra parte, el agredido no pudo demostrar que había estado en el lugar ni que tuviera un ticket que indicara su ingreso y permanencia. La justicia le dio la razón.
En cuando a la demanda contra los violentos, fallo el tribunal consideró probada dicha incapacidad del agredido en un 40% parcial y permanente, conforme surge del informe pericial realizado. Luego consideró la suma de $66.000.000), como monto equitativo a fin de indemnizar la incapacidad sobreviniente que padece el joven a raíz del siniestro.
“No cabe duda que ha existido daño moral pues el actor padeció lesiones corporales comprobadas de gravedad y, además, ha quedado con secuelas de las mismas”, dice el fallo.
(A través del "daño moral " se tiende a reparar los padecimientos espirituales que no se refieren a la incapacidad de la víctima, sino a los sufrimientos soportados durante el accidente, el periodo de recuperación y los derivados de sus secuelas, como asimismo la alteración disvaliosa del estado de ánimo, la angustia y la tristeza).
En concepto del mismo el fallo impuso el monto de $6.000.000 como razonable y representativo del costo de bienes sustitutivos a elección del joven para reparar los padecimientos sufridos.