16 de noviembre de 2025 - 00:10

Pequeñas delicias de la vida conyugal libertaria

El mileismo se trata de un universo en el que Alfredo Cornejo, con más intuición que convicción, se posicionó desde el día cero; lo que le valió este año el cierre de un acuerdo electoral que poquísimos gobernadores lograron: apenas tres (Mendoza, Chaco y Entre Ríos).

El contundente resultado electoral del 26 de octubre, ese espaldarazo nacional y provincial para Javier Milei y La Libertad Avanza (LLA), dejó en claro la centralidad de la construcción del presidente, pero también el reordenamiento de los planetas que decididamente empezaron a orbitar alrededor de su sistema solar.

La visita del nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, es un buen ejemplo de la mutación de un hombre del Pro hoy claramente en línea con la Casa Rosada, en busca de enhebrar en todo el país respaldos necesarios para la segunda etapa mileísta.

Sin dudas, se trata de un universo en el que Alfredo Cornejo, con más intuición que convicción, se posicionó desde el día cero; lo que le valió este año el cierre de un acuerdo electoral que poquísimos gobernadores lograron: apenas tres (Mendoza, Chaco y Entre Ríos). El incuestionable triunfo aquí permitió -además- revalidar un vínculo que, sin embargo, a pocos días de la elección empezó a ponerse en crisis producto de ambiciones y posicionamientos personales de cara a lo que vendrá.

Este rápido intento de reacomodamiento de piezas abre incógnitas de la evolución futura del armado libertario y sus aliados (viejos, nuevos amores y los interesados de siempre). Y alcanza no sólo a los radicales mendocinos, sino también a todos aquellos que no se animaron a jugar un pleno al libertario, aunque se consideraron ganadores semanas atrás.

Petri, ¿el pérfido?

Las declaraciones de Luis Petri minimizando el rol de Cornejo en la victoria local y ponderando la astucia de Karina Milei fue un puñal al corazón cornejista (otro más). Con pocas expresiones públicas pero suficiente hiel acumulada, en Casa de Gobierno interpretaron este gesto como una formal declaración de guerra.

De no haber operado la salida del partido del ahora diputado nacional electo horas antes de la presentación de la lista, sus palabras hubieran sido el inicio de una interna que ya no es tal, pero que bien pueden dar sus seguidores. Estamos hablando de todos los petristas que todavía no abandonaron el radicalismo pero que esperan una señal -como la que recibió el propio Petri- para sellar su salida.

La lista la encabeza su hermana Griselda, hoy vicepresidenta de la UCR que intenta disimular la distancia con un guiño de unidad que tal vez dure poco. Como máximo hasta la próxima campaña, o tal vez antes, en la conformación de la nueva Legislatura.

A su regreso de Francia y Emiratos Árabes, Cornejo eligió no profundizar las diferencias, apenas apelar al viejo refrán de la política que indica que las victorias tienen muchos padres y que las derrotas son huérfanas. Buscó así reivindicar su gestión, pero también su habilidad, o en todo caso, bajarle el precio a Petri candidato.

Hebe y los violetas esquivos

Fiel a su estilo, quién sí redobló la apuesta fue Hebe Casado al insistir que el triunfo en Mendoza fue mérito del equipo local. Tal vez una manera de jugar su propio partido en la interna violeta.

Este es otro detalle a prestar atención de ahora en más: los nuevos capítulos en la novela que protagoniza la vicegobernadora y el presidente de LLA, Facundo Correa Llano. Tras su salida del Pro y su declarada adhesión al mundo libertario, Casado no pudo lograr que formalmente fuera aceptada su ficha de afiliación partidaria.

En público y en privado, la vice consideró entonces que Correa Llano no asumió el liderazgo necesario en la “batalla cultural” que ella sí -desde las redes sociales, los micrófonos y los escenarios- realiza del presidente.

Bajo la excusa del proceso electoral en marcha y la idea de que pertenecía a otro frente (Cambia Mendoza -CM-) y aunque estuviera firmado un acuerdo, Correa Llano -tal vez amenazado en su conducción- dilató el desembarco oficial de Casado a LLA. Algo que aún no sucedió e inevitablemente debiera producirse, pero cuyos efectos nadie puede aventurar.

Macristas deshojan la margarita

Sobre la situación del Pro nos hemos ocupado en algunas ocasiones en esta columna. Al desvarío provincial se suma el desconcierto nacional de un partido que no sabe cómo acompañar a Milei sin diluirse; pero tampoco, sin que eso implique una adhesión absoluta a muchas iniciativas que no comparte en su totalidad.

Ese fue el eje de la convocatoria al Consejo Nacional partidario que realizó el propio Mauricio Macri el miércoles, ante la constante fuga de dirigentes que directamente se “pintan de violeta” o que deciden sumarse al gobierno como el propio Santilli, ahora nueva figura en la constelación mileísta.

Un panorama que en Mendoza adquiere mayor complejidad por el andar zigzagueante de su conducción bajo el influjo de Omar De Marchi, funcionario nacional de la gestión libertaria. Su referente local, Gabriel Pradines viene no sólo de una muy mala elección en Guaymallén, donde no logró ingresar como concejal, sino también de haber firmado la adhesión a ¡un frente anti-Milei! como lo fue Provincias Unidas (PU).

Al menos en estos días hubo un atisbo de autocrítica pública del propio Padrines, pero seguramente insuficiente si los errores estratégicos se siguen repitiendo.

¿Decidirá el Pro mendocino seguir acompañando al presidente, como pide Macri, o insistirá en una opción opositora? ¿Evalúa sus últimas decisiones como pasos en falso o seguirá quedándose fuera de la foto de los ganadores?

Preguntas clave que podrán dar algún indicio sobre lo que sucederá en breve, cuando las elecciones departamentales de los municipios que desdoblaron se concreten en febrero próximo. Entre ellos, Luján de Cuyo, el único bastión del Pro donde también se impuso con claridad el acuerdo entre radicales y libertarios. ¿El intendente Esteban Allasino se arriesgará a perder si aquella alianza para entonces sigue en pie, o buscará retornar al camino que el electorado mendocino parece haber marcado sin atenuantes, incluso en su comuna?

También conflictuados e indefinidos, despechados, aparecen el Partido Demócrata (PD) y el Partido Libertario, mileístas de la primera hora, pero hoy derrotados y diluídos. Lejos del eje Milei-Cornejo y por ende, orbitando sin rumbo, perdidos en el espacio exterior.

Mi amor, no se va a llamar…

Los “romances” en política no siempre terminan en amor eterno. Deslumbramientos de verano, relaciones furtivas, casamientos por conveniencia, matrimonios arreglados, entre otros, derivaron más en rupturas abruptas que en vínculos consolidados en el tiempo. Infidelidades y traiciones están a la par de un touch and go, las promesas, declaraciones y juramentos emotivos.

En su fulgor de popularidad, el mileísmo prueba el poliamor que le garantice aval para sus reformas de fondo en el Congreso. Toxicidad de toma y daca. Seducción al por mayor, con distintas motivaciones, pero similares intereses. Un guiño cómplice de sensual correspondencia.

* El autor es periodista y profesor universitario.

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