11 de septiembre de 2025 - 00:10

Los errores son de Milei y sólo él debe corregirlos

Milei debe hacer ya mismo un reajuste del ajuste.Tiene que estudiar dentro del Estado cuáles segmentos pueden posponerse en sus gastos e inversiones y reunir una gran masa crítica para direccionarla a los sectores más pobres y a la clase media baja, en particular. No puede esperarse a las elecciones de octubre.

Lecturas de la derrota

Son varias las lecturas que se puede hacer de la derrota de Milei en Buenos Aires este domingo 7 de setiembre. La más significativa es que ha sido contundente y apabullante. Podía esperarse, pero no así, tan fuerte. Otra de importancia: el peronismo siempre está listo para emerger y ganar. El kirchnerismo conserva su poder destructivo a cualquier costo, aún sobre el del propio país. Desestimarlo o subestimarlo es un error que puede ser fatal. Aún cuando un gobierno de signo contrario tenga la sana intención de obrar para enaltecer al país y más cuando lo logra, el peronismo kirchnerista intentará por todos los medios destruirlo porque el éxito del país es incompatible con el éxito kirchnerista.

Pero nada de esto justifica la derrota de Milei. Tenía todo para ganar, sus éxitos en derrota de la inflación, déficit cero, sanidad monetaria, cambiaria y fiscal, caída del riesgo país y estabilidad general preanunciaban una votación favorable o en la peor hipótesis, una paridad digna. No fue así y todo por culpa casi total de Milei y sus discutidos y discutibles asesores más cercanos. Es imperdonable que su soberbia y el sentirse invencible haya puesto nuevamente al país al borde del colapso. Declarar la muerte del kirhnerismo y ponerle el último tornillo al cajón fue de una vulgaridad y soberbia insoportables. Sabemos del mal que produce el populismo pero es de muy mal gusto expresarlo en términos desagradables.

Debe reajustarse el ajuste

Los académicos y economistas bien formados saben que cuando se produce un ajuste de gran severidad para salir de un proceso inflacionario grave sufrido durante décadas, la espera para que los beneficios de la desinflación lleguen a los más necesitados es de por lo menos dos años. Recién entonces comienza a sentirse y el período de adaptación posterior es de uno a dos años, cuatro desde que comenzó el ajuste.

Milei no hizo nada al respecto. Dejó que pasara el tiempo y se dedicó solo a rechazar y vetar los proyectos de ley que disponían beneficios imposibles para la población de bajos recursos, porque de ser aprobadas las leyes se produciría un nuevo déficit fiscal, un grave retroceso en el correcto proceso desinflacionario y el fracaso de todo lo hecho con tanto sacrificio.

No tuvo en cuenta la realidad y la realidad lo derrotó. Hay tres estratos bien definidos en la sociedad.

Los de altos ingresos con estudios superiores y logros notables en sus vidas que los mantienen alejados de los vaivenes de la economía y de los desquicios de los políticos. Para ellos no es necesaria ninguna acción política protectiva porque se protegen solos. Saben que los beneficios les llegarán en cuatro años o más desde el momento en que empiece seriamente el ajuste.

Otro estrato es el de la clase media trabajadora con ingresos de mediana importancia y las pymes, que si bien no les permite lujos pueden arreglarse para soportar el ajuste con algunas dificultades.

Y el último estrato, en el que no se llega a fin de mes y vivir les resulta muy difícil. Más cuando se trata de un ajuste desconocido después de haber vivido décadas de inflación pero con dinero falso en sus manos producto de las emisiones desenfrenadas de gobernantes populistas. Estos y algunos del segundo estrato comienzan a pensar que el ajuste es un fracaso y la inflación es preferible a la desinflación empobrecedora, alentados por el populismo de Cristina y Kicillof. Ellos más los populistas provocaron el desastre electoral del domingo 7 de setiembre. Milei los ignoró y no tomó medidas a tiempo para evitar la catástrofe de Buenos Aires. Y si no las toma, fracasará el 26 de octubre y seguramente también su gobierno, infiriéndole un daño irreparable a la Argentina y al 60% que confiaba en él y lo acompañó sin condiciones en estos casi dos años.

Qué debe hacer Milei en el cortísimo plazo hasta el 26 de octubre

Un reajuste del ajuste. Con todos sus ministros, asesores calificados no de opereta como algunos que tiene, y economistas privados de reconocida formación debe avocarse a una tarea muy difícil pero segura. Tiene que estudiar dentro del Estado cuáles segmentos pueden posponerse en sus gastos e inversiones y reunir una gran masa crítica para direccionarla al tercer estrato y en menor medida al segundo. Jubilados, pensionados, discapacitados, asalariados de menores recursos y pobres deben recibir los beneficios de esa masa crítica ahorrada con rapidez, mediante bonos y asignaciones temporarias que les permita no percibir la espera de la generalización de una economía distinta y desconocida por el país después de décadas de populismo y kirchnerismo destructor. Las pymes deben eximirse de algunos impuestos. Esta masa crítica debe reunirse sin violar el principio fundamental del déficit cero y de la prohibición de emisión monetaria, ni alteraciones de las políticas monetaria y fiscal. La distribución de fondos debe ser muy prolija y estudiada en profundidad para que logre el objetivo propuesto.

Los errores políticos podrían haberse superado y aunque no lo fueran, si los económicos se hubieren enmendado la elección hubiese sido victoriosa. Los argentinos de bien y el futuro del país estamos pendientes de sus decisiones.

* El autor es doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.

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