24 de septiembre de 2025 - 00:00

Las leyes vetadas son inconstitucionales y nulas de nulidad absoluta

Al carecer de financiamiento, si el presidente diera cumplimiento y ejecutara las referidas leyes ipso facto provocaría un déficit fiscal enorme que tendría que cubrirlo con emisión monetaria, desencadenando nuevamente el tan perjudicial proceso inflacionario que tanto sacrificio ha costado y cuesta desarticularlo al pueblo argentino.

Planteo de la cuestión

En 2023 Javier Milei realizó su campaña para ser elegido presidente de la Nación en base a tres principios fundamentales: 1) déficit fiscal, comercial y cambiario cero (0); 2) eliminación de la inflación; 3) prohibición de emisión monetaria para monetizar déficits fiscales. Su objetivo era y es terminar con un siglo de decadencia y colocar nuevamente al país en el marco de los más desarrollados y libres del mundo. Milei fue elegido presidente por el 56% del electorado de ese año y asumió como tal el 10 de diciembre.

Lo que en su momento fueron propuestas de campaña, al ser elegido se transformaron en las bases esenciales del mandato popular. Esto significa que el presidente está obligado a dar cumplimiento al mandato e incumplirlo puede ser motivo de juicio político y destitución.

Desde que asumió el presidente, el kirchnerismo, el peronismo duro, el socialismo y un sector del radicalismo han intentado e intentan hacer dificilísima su tarea e inclusive voltearlo del gobierno si es posible. Las pruebas están a la vista y no es necesario demostrarlo.

Pero en estos días el Congreso mayoritariamente ha producido hechos que lesionan gravemente al país tornando evidente el propósito de que fracase y sea desplazado Milei del gobierno y del poder. Ha sancionado leyes que erogan gastos enormes sin especificar su financiamiento, es decir sin determinar de donde se obtendrán los fondos necesarios para ejecutarlas por el Órgano Ejecutivo.

En tiempo y forma el presidente vetó las referidas leyes explicando las fundadas razones para hacerlo, que son las precedentes. Y el Congreso insólitamente rechazó los vetos presidenciales. Un verdadero golpe institucional.

Al carecer de financiamiento, si el presidente diera cumplimiento y ejecutara las referidas leyes ipso facto provocaría un déficit fiscal enorme que tendría que cubrirlo con emisión monetaria, desencadenando nuevamente el tan perjudicial proceso inflacionario que tanto sacrificio ha costado y cuesta desarticularlo al pueblo argentino.

El golpe institucional

Los diputados y senadores que votaron las leyes y el rechazo de sus vetos saben perfectamente los enormes daños que ocasionan porque actualmente los conoce el 80% del pueblo. Con demagogia y populismo aparecen como protectores de jubilados, pensionados, discapacitados y más necesitados, sabiendo a la perfección el daño que les sobrevendrá con un nuevo proceso inflacionario. No les interesa proteger a nadie sino voltear al presidente.

Y he aquí el golpe institucional: pretenden obligar al presidente a violar el mandato popular de cuando fue elegido de no incurrir en déficit fiscal. De este modo los legisladores violan los siguientes artículos de la Constitución Nacional: 1, 36, 43, 75 incs. 18, 19 y 32. Violan la Democracia al pretender que el presidente incumpla el mandato popular de su elección. Violan la República al obligar al presidente a ejecutar un acto ilegal sabiendo que lo es y no es propio de su función. Al rechazar los vetos explicativos de todas estas violaciones incurren en mala fe creencia y mala fe lealtad.

Inconstitucionalidad y nulidad absoluta

Ante este cúmulo de irregularidades se puede afirmar que existe inconstitucionalidad y nulidad absoluta de cada una de las leyes vetadas, lo que permitiría al presidente no ejecutarlas. Podría también invocar un conflicto de Poderes y recurrir a la Corte Suprema de Justicia Nacional vía per saltum solicitando se las declare inconstitucionales y nulas sin posibilidad de convalidarlas.

En paralelo. el presidente podría solicitar a la Corte. como medida precautoria, autorización para abstenerse de cumplir las leyes hasta tanto exista resolución firme y cosa juzgada.

Conclusión

No es mi intención ejercer la defensa del presidente porque para ello tiene sus asesores y abogados. Intento sí defender a Argentina de esta temeraria y peligrosa acción de gran parte de los diputados y senadores nacionales que, excediendo los límites de la Constitución y del Orden Jurídico, han actuado con irresponsabilidad manifiesta, colocando al país al borde del colapso. Es posible que el 26 de octubre el pueblo con un 56% o más se expida a favor del gobierno. Pero si así no fuera, al no tratarse de elecciones presidenciales sino legislativas de medio término, el mandato popular de 2023 seguiría intacto y por ende el Ejecutivo debería continuar con su cumplimiento.

No obstante, y de aquí hasta que sea necesario, Milei debería disponer medidas protectivas a favor de quienes indico mi trabajo en Los Andes del 11 de setiembre denominado "Los erroees son de Milei y sólo él debe corregirlos": los habitantes del tercer estrato social que no llegan a fin de mes y sus escasos recursos no les alcanzan.

No son suficientes los discursos explicativos del plan económico porque este tercer estrato ni siquiera los conoce. Milei debe adoptar medidas urgentes. La clase menos pudiente prefiere la inflación cuando el populismo y la demagogia le ponían dinero, aunque falso en las manos y no este ajuste para ella empobrecedor, No puede soportar hasta mediados de 2026 cuando se calcula que la inflación será historia y los beneficios del ajuste y desinflación lleguen con nitidez a todas las clases sociales.

* El autor es doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.

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