Barbie hace bien al feminismo

Casi tres millones de personas la vieron en dos semanas. ¿Cuál es el mensaje de la muñeca más popular?

Desde decoración de interiores hasta autos rosa, todo es motivo de búsqueda en la cultura Barbie.
Desde decoración de interiores hasta autos rosa, todo es motivo de búsqueda en la cultura Barbie.

Barbie se estrenó en Argentina hace dos semanas y escribir sobre el tema parece viejo. Pero la película de Greta Gerwig -con Margot Robbie como Barbie y Ryan Gosling como Ken-, no para de crecer como fenómeno de vistas y análisis. La vieron 2.615.981 personas.

Gerwig es una muy lúcida directora (Mujercitas, Lady Bird, Frances Ha). También valiente, hay que serlo para meterse con Barbie.

Desde su lanzamiento en 1959 (la creó Ruth Handler), la muñeca ultra flaca, rubia, pelo lacio, ojos claros, fue la representación de la belleza hegemónica inalcanzable, más bien imposible o incluso patologizante. Barbie, además, siempre funcionó como una suerte de sinónimo de superficialidad. En la película ella misma se dice “estereotipada”.

Pero.... ¿No es injusto culpar a Barbie de todos los males? ¿No es desvalorizar la capacidad lúdica de millones de niñas y niños? ¿Se puede sostener semejante nivel de determinismo con los juguetes?

Pasé toda la primaria jugando con Barbies. No eran mías. Yo nunca tuve una, eran muy caras. Yo tenía una Sindy, la versión barata. Mi amiga Paula sí tenía Barbies. Muchas. Y la casa, y el auto, y un par de Ken, y mucha ropa, caballos, accesorios. ¿Cuántos cientos de horas habremos jugado, imaginado, actuado, con las Barbies?

Mi amiga Paula es trabajadora social, vivió años en el hogar de una fundación que combate la vulnerabilidad en la infancia y sigue metiendo los pies en el barro todos los fines de semana en Varela.

En la película la muñeca se ufana de haber empoderado a millones de chicas en el mundo con sus modelos de científicas, doctoras, pilotas. Podemos cuestionar este punto, tal vez excesivo. Lo cierto es que no hay Barbies madres que dediquen su tiempo a tareas de cuidado. Al empezar la película -con Así habló Zarathusta de fondo, el tema de “2001 Odisea del espacio”- un grupo de niñas revolea sus muñecas-bebés regordetas a las que sólo pueden cambiarle pañales, acunar y dar la mamadera.

Ken y sus amigos son casi accesorios en Barbieland. Las que mandan son ellas. ¿Cuántas veces se repite la palabra “patriarcado” en Barbie? ¿40? ¿50?

En momentos de retrocesos de derechos y en los que se ataca tanto al feminismo, que la película más taquillera del momento se meta con la desigualdad de géneros es para celebrar. Como “Flowers”, el hit de Myles Cyrus, la sesión de Shakira o los mensajes y la actitud de la mega estrella Taylor Swift. Parece ser la hora del feminismo mainstream, tal vez más accesible, amable y popular. Bienvenido sea.

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