Se trata del Rijksmuseum, que exhibe este recuerdo procedente de un burdel como parte de una exposición dedicada a la prostitución y la sexualidad.
El Rijksmuseum de Ámsterdam exhibe un preservativo realizado alrededor de 1830.
Foto:
EFE/ Rijksmuseum Albertine DijkemaEl Rijksmuseum de Ámsterdam presentó una obra inusual y que generó polémica: un preservativo confeccionado alrededor del año 1830, con una ilustración erótica en la que aparece una monja junto a tres clérigos, una representación que, según el museo, ofrece una perspectiva sobre la sexualidad y la prostitución en el siglo XIX.
Este anticonceptivo, con casi dos siglos de antigüedad, ha sido analizado y se determinó que está elaborado con tejido intestinal ovino. El museo considera que podría haber sido un recuerdo proveniente de un burdel. Según sus registros, solo se conocen dos ejemplares de este tipo que se conservan en la actualidad.
"La monja aparece sentada con las piernas abiertas frente a tres clérigos, mientras señala a uno de ellos con el dedo. Los hombres levantan sus sotanas y muestran su excitación. Las palabras 'Voilà mon choix' ('Aquí está mi elección') lo convierten en una parodia tanto del Juicio de Paris de la Antigüedad clásica como del celibato", explicaron desde el museo.
En el Juicio de Paris, el príncipe troyano Paris tuvo que elegir cuál de las tres diosas Hera, Atenea o Afrodita, era la más bella. Cada una de ellas le ofreció un regalo y Paris eligió a Afrodita. Es por esto que el grabado del preservativo juega con ese mito: la monja señala a uno de los clérigos y dice “esta es mi elección”.
El preservativo fue adquirido por el museo hace seis meses durante una subasta, pero su adquisición no se hizo pública hasta ahora. La noticia coincide con la inauguración de una exposición temporal de estampas, dibujos y fotos relacionadas con la prostitución y la sexualidad.
"El condón brinda la oportunidad de destacar un tema poco tratado en nuestra colección: la sexualidad y la prostitución en el siglo XIX. Representa tanto el lado lúdico como el lado serio de la salud sexual. La búsqueda del placer convivía con el miedo a las enfermedades de transmisión sexual, especialmente la sífilis, y al embarazo no deseado", explica el Rijksmuseum.