Al menos 32 mineros ilegales murieron y varios resultaron heridos en la mina de Kalando, ubicada en la provincia de Lualaba, en el sur de la República Democrática del Congo (RDC). Allí, un puente improvisado colapsó sobre una zanja llena de agua. Las autoridades confirmaron este domingo que las operaciones de búsqueda continúan y que la cifra final de víctimas podría aumentar.
El ministro del Interior de Lualaba, Roy Kaumba, explicó que los mineros clandestinos habían ingresado a la zona pese a la “prohibición estricta” establecida por el riesgo de derrumbe y las fuertes lluvias en el área de Mulondo. Según precisó, los trabajadores forzaron la entrada y utilizaron una estructura de madera colocada sobre una zanja de seguridad para acceder al terreno privado.
De acuerdo con el parte oficial, siete cuerpos fueron trasladados a la morgue del hospital general de referencia de Mukanja y otros 25 al hospital general de la zona. Kaumba sostuvo que los fallecidos murieron por ahogamiento luego de que la pasarela cediera bajo el peso de la multitud.
Un informe preliminar dirigido al Servicio de Asistencia y Apoyo a la Minería Artesanal y de Pequeña Escala reveló que el puente colapsó mientras los mineros huían tras escuchar disparos realizados por personal armado encargado de la seguridad del predio. Los agentes habrían sido sorprendidos por la irrupción masiva de trabajadores ilegales.
El documento, citado por el medio congoleño Actualité.cd, detalla que la zanja había sido excavada por una compañía minera de origen chino que opera en el lugar. La estructura artesanal colocada por los mineros se transformó en una “trampa mortal”, incapaz de soportar el movimiento de la multitud aterrorizada.
En medio de la creciente tensión con los trabajadores artesanales, Kaumba se trasladó hasta la zona del accidente para intentar calmar los ánimos, mientras que el ministro provincial de Minas también visitó el sitio de la tragedia para supervisar las tareas de rescate.