Quién es Dina Boluarte, la abogada de izquierda que asumió la presidencia de Perú

Asumió en reemplazo de Pedro Castillo, quien fue destituido horas antes “por permanente incapacidad moral’' tras intentar cerrar el Parlamento en un acto calificado de “golpe de Estado’'.

Gentileza El Comercio Perú
Gentileza El Comercio Perú

Dina Boluarte asumió la presidencia de Perú tras la destitución de Pedro Castillo y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo.

Boluarte es una abogada de 60 años con ideas de izquierda pero sin militancia en partidos. Su nombre hasta hace pocos meses era absolutamente desconocido por la mayoría de sus compatriotas.

Fue elegida vicepresidenta en julio de 2021, a nombre del partido marxista leninista Perú Libre (PL), y como tal estuvo siempre en medio de las especulaciones por los diversos intentos del Congreso para destituir a Castillo.

Este miércoles, después de que el saliente mandatario pretendiera cerrar el Congreso, Boluarte marcó distancias con su otrora aliado: “Es un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional”, dijo.

Boluarte nació en Chalhuanca, una ciudad de menos de 30.000 habitantes a casi 3.000 metros de altura, y se recibió de abogada en la universidad privada San Martín de Porres, en Lima, donde también siguió estudios de posgrado.

Durante muchos años, la ahora presidenta ejerció un cargo modesto en el Estado: gerente de una seccional menor en Lima del ente encargado de entregar documentos de identidad.

En 2018, la anónima funcionaria tuvo su primera participación en política, al postularse para alcaldesa de un distrito limeño de clase media, Surquillo, donde reside.

Apenas obtuvo un 2,8 % de votos, pero hubo un hecho significativo: al no tener partido, se postuló por PL y comenzó una relación con ese colectivo del que fue expulsada el año pasado, ya como vicepresidenta, por criticar públicamente a su jefe, Vladimir Cerrón.

Antes, en 2020, había sido candidata a congresista por PL, pero con una mínima votación. Aún así, Cerrón la seleccionó para conformar con Castillo la fórmula presidencial que, contra todo pronóstico, resultó ganadora.

Según informó Télam, Boluarte fue ministra de Inclusión Social desde la posesión de Castillo hasta el mes pasado y, a diferencia de la mayoría de los funcionarios de Castillo, no estuvo involucrada en escándalos ni sembró sospechas de corrupción.

Aún así, la oposición parlamentaria la tuvo en su mira y pretendió destituirla por haber seguido figurando como presidenta de un club privado -el Apurímac, integrado por sus paisanos en Lima-, a pesar de que por ley eso es incompatible con ser ministra.

Sin embargo, esta semana el Congreso archivó el caso por considerar que no hubo incompatibilidades y de paso dejó sin efecto otra denuncia que sin mayores fundamentos se le había hecho por supuesto nepotismo.

Muy discreta en sus participaciones y recelosa de su ámbito privado, la nueva gobernante ya se había hecho un nombre en el escenario político, aunque para los grandes sectores de la población seguía en un virtual anonimato.

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