José Antonio Kast se dirigió este domingo a los ciudadanos chilenos en su primer discurso como presidente electo, luego de obtener una victoria contundente en el balotaje frente a la candidata comunista Jeannette Jara. En su tercer intento, Kast logró imponerse con una diferencia cercana a los 16 puntos frente a su contendiente y asumirá la presidencia el 11 de marzo del 2026.
En su mensaje, el mandatario electo llamó a la unidad nacional, subrayó la necesidad de restablecer el orden y el cumplimiento de la ley y aseguró que su futura gestión estará enfocada en atender de manera honesta los problemas estructurales de Chile.
Kast inició su intervención agradeciendo el respaldo recibido durante la campaña y destacó el rol de su familia como sostén personal y político. “Quiero darle las gracias a mi familia, a mis hijos y nietos, a mi familia extendida, a mis cuñados, hermanos y suegros, y especialmente a la mujer de mi vida que me ha acompañado siempre”, expresó.
En ese marco, pidió compromiso a quienes lo acompañaron en el proceso electoral y afirmó: “Les pido ese sacrificio adicional para que nos sigan acompañando, porque estos cuatro años vamos a hacer las cosas bien”.
El presidente electo sostuvo que el mandato recibido “no es solo para mí, sino para todos nosotros” y afirmó que millones de chilenos votaron con la expectativa de “volver a levantarse y a vivir sin miedo”.
Reivindicó el triunfo como el de “ese Chile que trabaja, que madruga, que cumple con esfuerzo sus obligaciones y que solo quiere vivir tranquilo”, y señaló que durante mucho tiempo hubo sectores de la sociedad que “se sentían solos, que no los escuchaban ni los defendían”.
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Uno de los ejes centrales del discurso fue la restauración del respeto a la ley, que, según remarcó, será una prioridad absoluta. “Vamos a restablecer la ley en todas las regiones, sin privilegios ni excepciones. Son los ciudadanos quienes merecen atención, no quienes detentan poder”, aseguró.
Kast también agradeció a quienes se sumaron a su propuesta en la segunda vuelta y a quienes, habiendo votado otras opciones, decidieron respaldarlo. “Aquí no ganó una persona ni un partido, ganó Chile y la esperanza de vivir sin miedo”, enfatizó.
Al referirse a la oposición, incluido el espacio que lideró Jeannette Jara, remarcó que su gobierno se guiará por el respeto democrático. “Tenemos profundas diferencias, pero el respeto marcará nuestro gobierno. Nadie debe ser agredido por pensar distinto”, afirmó.
El mandatario electo advirtió sobre la gravedad de los desafíos nacionales, en especial en materia de salud, y llamó al diálogo y la autocrítica tanto del oficialismo como de la oposición y los medios. “No hay que temer a la crítica, cuando se trata de construir y mejorar”, sostuvo.
Kast anticipó que no existen soluciones inmediatas para los problemas del país y que el primer año de gestión será complejo debido a la situación de las finanzas públicas y la inseguridad. “Nuestro objetivo tiene que ser Chile, siempre Chile primero”, expresó.
En materia migratoria, fue categórico: “El que no cumpla la ley se tiene que ir”, y aclaró que la norma debe aplicarse sin distinciones, incluso para extranjeros residentes legales que infrinjan la ley.
El discurso concluyó con un llamado a recuperar los valores republicanos, la paz social y la convivencia democrática. “Sin paz no hay democracia, y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre”, cerró el presidente electo, al reafirmar que gobernará “para todos los chilenos”.